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Ratifican al premier Ganouchi y a aliados del derrocado Ben Ali en los principales ministerios

En medio de choques conforman en Túnez gobierno de unidad nacional

Legalizar a todos los partidos políticos y libertad de prensa, entre los principales compromisos

Continúan los patrullajes militares en la capital

Cifra oficial: 78 muertos en un mes de protestas

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En las calles de Túnez siguen las manifestaciones contra el partido del ex presidente Zine Abidine Ben Ali, que las fuerzas de seguridad dispersan con gas lacrimógeno y chorros de agua. La imagen, ayer en el centro de la capitalFoto Reuters
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Martes 18 de enero de 2011, p. 23

Túnez, 17 de enero. En medio de violentos choques en los que las fuerzas de seguridad de Túnez reprimieron con gas lacrimógeno y chorros de agua a cientos de manifestantes en esta capital, se integró un nuevo gobierno de unidad nacional, en el que fueron ratificados el primer ministro Mohammed Ganouchi, y los responsables de los principales ministerios nombrados durante el régimen del derrocado Zine Abidine Ben Ali, y que incorporó a líderes de partidos de oposición y de la sociedad.

Al presentar el nuevo gobierno de unidad nacional, Ganouchi declaró que éste se compromete a instaurar una administración neutral, legalizar todos los partidos polítcos, llevar acabo una aministía general, liberar a todos los presos políticos, libertad de prensa, y el levantamiento de la prohibición a organizaciones defensoras de los derechos humanos.

Este nuevo gobierno deberá guiar al país en una fase de transición democrática tras el derrocamiento de Zine Abidine Ben Ali –el viernes pasado tras casi un mes de protestas populares contra el aumento de precios en alimentos y combustibles y el creciente desempleo– hasta las próximas elecciones presidenciales. Éstas, originalmente previstas en 60 días, serán organizadas en seis meses.

A pesar de nuevas manifestaciones aquí este lunes contra el partido del ex dictador, Reunión Constitucional Democrática (RCD), en las que las fuerzas del orden lanzaron disparos al aire y usaron gas lacrimógeno así como cañones de agua para dispersar a la multitud, varios miembros de RDC se mantuvieron a la cabeza de ministerios claves, entre ellos el Interior, Relaciones Exteriores, Finanzas y Defensa.

Especialmente, la permanencia de Ahmed Friaa en el ministerio del Interior, centro del aparato de control del régimen de Ben Ali, quien duró 23 años en el poder, fue cuestionada por voces críticas que esperaban ver a un miembro de la oposición o de la sociedad civil en este puesto como símbolo de una verdadera voluntad de cambio democrático.

Tres líderes de la oposición forman parte del nuevo gobierno de unidad nacional, que el presidente del Parlamento Foued Mebazaa, quien juró como presidente interino, pidió a Ganouchi que formara. Néjib Chebbi, líder del Partido Democrático Progresista (PDP), obtuvo el cargo de ministro de Desarrollo Regional; Ahmed Brahim, del Partido Independiente Éttajdid, recibió la cartera de Educación Superior y Científica, y Mustafa Ben Jafaar, del Foro Democrático por el Trabajo y las Libertades (FDTL), la de Salud.

El decano del colegio de abogados, Lazhar Karoui Chebbi, fue nombrado ministro de Justicia, y a Taïeb Baccouche, ex líder de la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT) y presidente del Instituto Árabe de Derechos Humanos, se le encargó el despacho de Educación.

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Mohammed Ganouchi fue ratificado ayer como primer ministro de TúnezFoto Reuters

No obstante, manifestantes en las calles Túnez, así como miembros de los partidos políticos no invitados a participar en el gobierno de unidad nacional, se muestran escépticos ante el potencial de cambio. Hamma Hammami, líder del Partido Comunista de Trabajadores de Túnez, hasta ahora prohibido en el país, no reconoce al gobierno de unidad nacional compuesto únicamente por miembros de partidos avalados por Ben Ali. Como muchos, Hammami teme que sea un intento del antiguo régimen de apropriarse de la llamada Revolución de los Jazmines iniciada por el pueblo tunecino.

Por otro lado, las ONG Transparencia Internacional, Sherpa y la Comisión Árabe de Derechos Humanos comenzaron un processo legal de investigación de los bienes de la familia de Ben Ali en Francia por abuso, lavado de dinero y desvío de recursos públicos.

El gobierno francés igualmente anunció una vigilancia extrema sobre los movimientos financieros de cuentas pertenecientes a personalidades tunecinas ligadas al régimen de Ben Ali.

Según el diario francés Le Monde, la esposa de Ben Ali, Leila Trabelsi, habría logrado salir del país con 1.5 toneladas de oro en lingotes (valorados en unos 66 millones de dólares) sacados del Banco Nacional de Túnez días antes del derrocamiento de Ben Ali el pasado viernes. El reporte fue desmentido por la entidad emisora, que aseguró que las reservas de oro no han sido tocadas en los últimos días.

El economista Moncef Cheikhrouhou dijo en entrevista con la agencia Reuters que tropas leales a Ben Ali intentaron asaltar el Banco Central el domingo para retirar más oro, pero fueron repelidas por el ejército.

Los patrullajes militares continuaban en la capital tunecina, y en varios puntos se escucharon disparos tras los enfrentamientos ocurridos el domingo entre milicias de Ben Ali y soldados regulares.

El ratificado ministro del Interior, Ahmed Friaa, ubicó en 78 el número de muertos, incluidos unifirmados, desde que comenzaron las protestas contra Ben Ali justo hace un mes; dijo que en este periodo hubo 94 heridos y pérdidas por dos mil millones de dólares.

Los cambios democráticos catalizados por las movilizaciones populares en Túnez han inspirado protestas similares en varios países. En Egipto, Mauritania y Argelia se han dado casos de hombres inmolados, como el del joven tunecino que desencadenó las protestas en Túnez el pasado 17 de diciembre. En Argelia continúan las protestas, que llevan ya un mes, de miles jóvenes sin empleo.