Protagonistas de su tiempo incluye trabajos de 1963 a 2010
Lunes 17 de enero de 2011, p. a11
Para el periodista y escritor Carlos Landeros (Aguascalientes, 1938), quien cuenta con cerca de 50 años de trayectoria, “la entrevista abre la posibilidad de confesar un poco a quienes de alguna manera se admira, envidia o detesta, no de forma personal, sino a través de su obra. Es una confesión más o menos sincera, verdadera, pero que casi siempre, a pesar del entrevistado, revela su personalidad o alguna de sus facetas.
Es muy importante entrevistar a quien deja huella o representa una esperanza. Alguien que tenga algo que enriquezca a las personas, de lo contrario no tendría sentido
, considera Landeros, de quien se ha puesto en circulación el libro en dos volúmenes Protagonistas de su tiempo. Antología periodística 1963 a 2010, el cual fue comentado este domingo en la sala Manuel M. Ponce, del Palacio de Bellas Artes.
Acompañado por Rafael Urzúa Macías, Beatriz Pagés Rebollar, Pablo Marentes y Carmen Galindo, como moderadora, Landeros compartió con los asistentes que “todos somos curiosos y quisiéramos saber la verdadera personalidad del personaje o lo que oculta; lo cierto es que todos tratamos de dar una imagen agradable y casi nunca mostramos nuestra verdadera faz. Casi nunca externamos nuestra verdadera opinión sobre nuestros familiares o amigos, ni tampoco nos gustaría conocer lo que piensan de nosotros en realidad.
Gracias a ese pacto no escrito, pero sí ejercido, a esa especie de hipocresía o de diplomacia, como se le quiera llamar, es que podemos vivir en una sociedad más o menos de manera civilizada, de otro modo, quizá ninguno de sus miembros le dirigiría la palabra a los demás.
Editados por la Universidad Autónoma de Aguascalientes, los dos tomos que conforman Protagonistas de su tiempo, de más de 700 páginas cada uno, se compilan entrevistas que muestran la intimidad de personajes sobresalientes del siglo XX, de diversas disciplinas del arte, el humanismo, la política y el deporte
.
En el primer tomo, el autor reúne conversaciones con personajes como Gabriel García Márquez, Juan Rulfo, Rafael Alberti, Elena Garro, Héctor Azar, Rosario Castellanos, Carlos Fuentes, Martín Luis Guzmán, Salvador Novo, Carlos Pellicer, Elías Nandino y Erich Fromm, entre otros.
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El segundo reúne entrevistas con pintores como Fernando Botero, Leonora Carrington, Pedro y Rafael Coronel, Rufino Tamayo y Francisco Toledo, entre otros, así como con actrices como María Félix, Libertad Lamarque, Dolores del Río, Sivia Pinal, Francesca Bertini y Marcelo Mastroniani, entre otros intérpretes reconocidos en el mundo.
Entre los textos, en este segundo tomo se encuentran reportajes y crónicas taurinas realizadas por Landeros, así como algunas entrevistas que le han hecho al autor.
Una de las razones que llevaron al periodista a trabajar en la recopilación y selección de esta antología “fue la voluntad de reunir, aunque sea de manera parcial, mi incursión en el periodismo a lo largo de casi 50 años.
Decidí publicarlo porque creo que debo compartir mis experiencias con los lectores que no han tenido el privilegio de conocer a personajes irrepetibles en su disciplina
, expresó Landeros, quien en su intervención recordó algunas anécdotas que vivió como periodista.
Tras comentar la pertinencia e inconvenientes de hacer una entrevista de memoria, a mano o con grabadora, de aconsejar tener un conocimiento previo del entrevistado, “de llevar en la mano el halago y escondida en la manga una pequeñísima ‘daga’, por si el entrevistado rehúsa tocar un tema de interés para los lectores”, Landeros reconoció que algunas de sus entrevistas son más interesantes por el personaje en cuestión que por sí mismas. Sin embargo, todas muestran la evolución que ha tenido como periodista.
En su intervención, Rafael Urzúa Macías y Pablo Marentes coincidieron con Beatriz Pagés Rebollar, quien destacó el trabajo de Landeros como ejemplo de “elegancia y dignidad periodística. Carlos, lejos de ser un inquisidor, un agente del Ministerio Público –como hoy acostumbra serlo el periodista–, es un dialogante. Alguien que sabe poner al servicio de su entrevistado espacios de libertad para que fluya, sin hogueras ni guillotinas, el intercambio de ideas. Landeros nos recuerda que la entrevista impresa, tal como se hacía entonces, ofrecía la posibilidad de recurrir al poder evocador de los sentidos. Por ello, el libro igual puede servir a las nuevas generaciones como auxiliar didáctico en la carrera de periodismo”.