Para la obra de teatro Iter criminis, recortes de un delito, el director del montaje, Luis Eduardo Yee, y la actriz Alicia González tomaron como pretexto el argumento de Crímenes del corazón (1980), de Bet Heli, libro ganador del Premio Pulitzer en 1982, y lo rescribieron de manera que la historia se pudiera contar con un énfasis en lo corporal, resumiendo muchas cosas y enfatizando otras, expresa Yee.

Iter criminis, recortes de un delito, estrenada en marzo de 2010 en el Centro Nacional de las Artes, el próximo miércoles 19 de enero abrirá el Ciclo de Ópera Prima que se presenta por tercer año consecutivo en el Foro La Gruta, del Centro Cultural Helénico (avenida Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn). La obra, de 75 minutos de duración, se presentará los miércoles, a las 20:30 horas, en una temporada que termina el 9 de marzo.

El propósito de los cortes en los que los actores desarrollan acciones físicas, “es remplazar, sustituir y reforzar el discurso que no se dice en palabras. Es la manifestación del inconsciente –continúa Yee–, de los deseos reprimidos de los personajes, que si bien no expresan con palabras, lo hacen de forma corporal. Se hace mucho más contundente el signo”.

La mujer y su realización

El montaje de Yee muestra lo atroz que resulta cuando una persona se amputa el espíritu y se engaña pensando que no puede ser feliz, que no tiene oportunidades en la vida para realizarse. Quise contar esa historia que resulta atroz y llena de incertidumbre.

La obra presenta a una familia atormentada por las tragedias: el suicidio de la madre, el abandono del padre, los traumas de las hijas.

En Iter criminis, recortes de un delito, la vida de las protagonistas gira alrededor de varios hombres: Creo que la mujer es su propio verdugo, me parece que eso retrata la obra, que no tiene ningún impedimento para realizarse y ser feliz. Emocionalmente, las mujeres son mucho más inteligentes que los hombres, sólo que una sociedad llena de prejuicios morales y estorbos estúpidos la ha puesto en un lugar que no le corresponde y creo que debería reivindicarse.

La obra está situada entre los años 60 y 70 del siglo pasado, cuando la moral era mucho menos flexible. Esta idea de que una mujer sólo se realiza al casarse, al estar con un hombre, al hacerse cargo de los hijos, me parece obsoleta; aparentemente, pues, porque en la actualidad seguimos viendo esta idea de que las mujeres no pueden valerse por sí mismas en algunos casos.

El elenco está integrado por Alicia González, Mónica Martínez, Mishell Ordónez, Karla Rubio y Alan Uribe. El concepto escénico y lumínico está a cargo de Tenzing Ortega.