El subsecretario para América Latina de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Rubén Beltrán, expresó ayer que los crímenes contra migrantes en territorio mexicano empezaron en Centroamérica. Los enganchadores no están en México, sino en Honduras, El Salvador y Guatemala, subrayó el funcionario.

Al informar sobre los resultados de la gira que realizó una delegación de funcionarios mexicanos por El Salvador y Guatemala, Beltrán resaltó la necesidad de que este problema se enfrente de manera conjunta y con el principio de corresponsabilidad.

Puntualizó que la lucha contra las bandas criminales que agreden a los migrantes no sólo es responsabilidad de México, sino de todos los países de la región.

Ya basta de jugar para la tribuna nacional y culpar a México de todos los males. Queremos ver arrestos y el desmantelamiento del crimen organizado en El Salvador, Guatemala y otras naciones del área, ya que en la medida en que todos actúen, van a disminuir los incidentes, agregó el subsecretario.

En conferencia de prensa, explicó que el fenómeno migratorio obedece a una multiplicidad de causas y se sabe que no va a parar. Pero lo que sí se puede hacer es administrar el problema con respeto a los derechos humanos de quienes buscan llegar a Estados Unidos.

Diálogo disparejo

Acompañado del comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Salvador Beltrán del Río, el funcionario de la SRE añadió que el nivel de diálogo entre México y las naciones centroamericanas estaba profundamente disparejo, pues algunos socios y compañeros de viaje se referían a los eventos sucedidos en el país (como los secuestros denunciados en Oaxaca y la matanza de Tamaulipas) y exigían información con relación a las acciones que habían tomado las autoridades mexicanas.

Pero luego de dialogar reconocieron que esta en una carretera de dos vías y que los 21 puntos acordados en la reunión ministerial de octubre pasado, para enfrentar las agresiones a los migrantes, no son temas que debe desarrollar México. Son puntos que los 17 países firmantes tienen que poner en marcha. Así está suscrito, enfatizó.

Beltrán Guerrero resaltó entre los acuerdos alcanzados en la gira (que ya no cubrió Honduras debido a que el mal tiempo impidió que la delegación mexicana volara a ese país), el reconocimiento de que el crimen organizado trasnacional es el principal enemigo de los migrantes y que México no tiene una política de Estado antimigrante.

También se concluyó que no es en un ambiente de recriminaciones como se puede enfrentar el problema, sino desarrollando los 21 puntos de la reunión ministerial sobre la base de la corresponsabilidad y el trabajo conjunto, ya que es un crimen trasnacional que no nace en México, que se origina en Guatemala, El Salvador, Nicaragua y otros países, y no se puede atacar con un esquema unilateral, subrayó.

De igual manera señaló que el grupo de funcionarios mexicanos y sus pares guatemaltecos y salvadoreños se constituyeron en comisiones de seguimiento sobre el cumplimiento de los 21 puntos, y su primer informe será presentado en febrero.

Los 21 compromisos se refieren a temas como la creación de fiscalías especializadas para la denuncia de agresiones contra los centroamericanos, el intercambio de información y el establecimiento de campañas para alertar sobre los riesgos que enfrentan los migrantes.

Por su lado, el titular del INM, dijo que tienen reportados entre 215 y 220 secuestros de migrantes en territorio mexicano, cifra que contrasta con los 10 mil que reporta la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH). De ahí que se dialoga con el organismo para analizar como construyeron esa cifra.