En el país, la Reducción de emisiones por reforestación y degradación (Redd plus) –mecanismo aprobado en la decimosexta edición de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP 16), para frenar el calentamiento global– podría convertirse en simple esquema de mercado si las autoridades no toman realmente en cuenta a los propietarios de los bosques en las discusiones y toma de decisiones, asentó Gustavo Sánchez, presidente de la Red Mexicana de Organizaciones Campesinas Forestales (Red Mocaf).

Manifestó que este año, declarado por la Organización de Naciones Unidas (ONU) como Internacional de los Bosques, la agrupación empezará a difundir información sobre la Redd plus entre las comunidades, para que tomen las decisiones que les corresponden, pues con un mecanismo mal aplicado las comunidades forestales tienen mucho que perder. La divulgación se hará mediante la campaña Las comunidades cuentan más y será por conducto del Comité Técnico Consultivo de la Redd.

La difusión es para ampliar la discusión en torno al mecanismo, para el que se propuso una asignación de 100 millones de dólares, pero no se aclaró si será el Banco Mundial u otra institución internacional la que se encargará de su manejo. En este proceso el gobierno mexicano está obligado a participar. No deja de preocuparnos que éste avance de manera unilateral y que los programas piloto que involucran a la Redd se hagan de manera selectiva, apuntó.

Consideró que hay muchos temores y tabúes en torno a la Redd plus, cuando todavía falta organizar una discusión y análisis internacional sobre cómo aplicar ese mecanismo en cada país, considerando sus respectivas experiencias. En México la ventaja es que la propiedad de los bosques es colectiva y por ello hay que evitar que el mecanismo internacional sea sólo un instrumento de mercado.

Gustavo Sánchez expuso que la discusión sobre la Redd plus ha sido ideologizada por grupos que representan a algunos segmentos de la población de sus países, pero no son dueños de los recursos forestales. Por ello, insistió, hay que difundir de qué se trata el programa para evitar una información sesgada y dejar a salvo los derechos de la propiedad colectiva de los bosques en el país.

En los foros alternos a la reunión de la COP 16 en Cancún se alzaron varias voces contra dicho mecanismo, por considerarlo una falsa solución al cambio climático y una forma más de retirar a los indígenas de sus territorios. Tom Goldtooth, director ejecutivo de la Red Ambiental Indígena, con sede en Minesota, expresó que se trata de un sistema para mercantilizar los árboles. Es la forma ideada por los países industrializados para compensar sus emisiones de dióxido de carbono, que se aplicará sólo en los países en vías de desarrollo. Es un mecanismo absurdo, pues se crea un pedazo de papel que tiene valor en un sistema monetario y rompe con el valor que tienen los bosques.

Son los vaqueros del carbón vendiendo el cielo lo que genera una farsa y divide a las comunidades, advirtió.

En un comunicado, la Comisión Nacional Forestal aseveró que los técnicos de sus escuelas del ramo, localizadas en Michoacán, Oaxaca y Saltillo, asesorarán a las comunidades sobre el uso adecuado de sus recursos y llevará a cabo diversas actividades para que la población tenga información sobre el Año Internacional de los Bosques.