El nuevo dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Humberto Moreira, condenó la visión cortoplacista de los gobiernos de Acción Nacional, la cual, expresó, los ha llevado a salvar a su partido antes que al país.

Parafraseando a Carlos A. Madrazo, aseguró que los resultados de éstos, tras 10 años en Los Pinos, los ubican en el grupo de hombres que, sumidos en la aflicción, se acomodan a vivir de rodillas en una lucrativa pero vergonzosa y cobarde sumisión.

Moreira dirigió ayer a los priístas su primer discurso como presidente del tricolor, luego de recibir la constancia de mayoría. El mensaje lo pronunció en el auditorio Plutarco Elías Calles, el cual resultó insuficiente para dar cabida a centenares de militantes.

En esta segunda jornada de celebración priísta desfilaron por la sede del partido viejos militantes, que han estado lejos del poder una década y buscan desesperadamente aferrarse a un proyecto que promete conducirlos a una nueva época de bonanza.

Ante ellos, que todo aplaudían, Moreira, quien horas antes en la sede de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado desayunó con todos los gobernadores de su partido, mandatarios electos, líderes de sectores, ex gobernadores y ex dirigentes del partido, aseguró que el ciclo político del PAN está llegando a su fin. Recurriendo a la misma frase de Madrazo, sostuvo que los miembros de su partido son de aquellos que prefieren morir de pie antes que perder el honor. Los priístas, subrayó, no nos vamos a poner de rodillas.

A todos debe quedar claro, insistió, que somos oposición, responsable, sí, pero oposición. Oposición al camino equivocado que va tomando la nación. Es preciso evocar nuestras raíces y lealtades.

Destacó que en el exterior “nos ven como el único país de América que creció en pobreza, en donde la marginación social no disminuye y las políticas sociales del gobierno federal han fracasado.

Se ha perdido la movilidad social en México. Millones de jóvenes se quedan sin la oportunidad de estudiar y los pocos, muy pocos, que lo logran no encuentran trabajo para lo que estudiaron. Hay un gran déficit de empleos. La población económicamente activa que cada año se incorpora no encuentra espacio laboral y su única incorporación es a las filas de los desempleados, que cada día son más.

Los empresarios, agregó, no tienen los estímulos adecuados, los servicios que requieren son más caros que en otros países y ello los hace enfrentar dificultades para ser competitivos.

El problema dramático de la inseguridad no encuentra salida. El presupuesto para fortalecer el aparato de seguridad no se asigna como debiera; podría darse, pero el gobierno no lo hace porque no está dispuesto a sacrificar otro tipo de gastos. Aunado a lo anterior, no se cuenta con un plan claro para transitar en la segunda vía por la seguridad, la vía del empleo, la educación, las oportunidades. No asimilan ellos que es mediante la movilidad social, la satisfacción de los mexicanos, el empleo, el desarrollo, la educación, la eliminación de la marginación social, la lucha real y frontal contra la pobreza como lograremos avanzar y resolver el problema de la seguridad, resaltó.

Cobijado en todo momento por la cúpula priísta, insistió en que el gobierno federal no tiene voluntad real para convocar a un gran acuerdo por México. No dejan de pensar como esa oposición irresponsable que fueron, no dejan de pensar como opositores cuando son gobierno, añadió.

Llamó a la construcción, desde el PRI, de un nuevo proyecto de nación y se comprometió a trabajar para ganar y con ello trabajar para disminuir el mayor crimen que se presenta en México, que es la pobreza, el crimen social que se comete contra los más débiles, contra los que no tienen voz.