Bogotá, 8 de enero. El gobierno colombiano calificó hoy de bravuconada un ataque de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en San Vicente del Caguán, que dejó nueve muertos, y un mensaje de su máximo líder Alfonso Cano sobre dos proyectos de ley en el Congreso referidos a tierras y víctimas del conflicto armado, que consideró esenciales para la reconciliación.

Son bravuconadas y actitudes para tratar de amedrentar a la población, en eso andan desde hace más de 45 años, declaró el vicepresidente colombiano Angelino Garzón, ex líder sindical que empezó su carrera política como militante comunista, quien reiteró su llamado a la guerrilla a cesar los ataques, liberar a los rehenes y excluir a los menores del conflicto como condición para un diálogo.

También el ministro de Defensa, Rodrigo Rivera, afirmó que los dichos de Cano son bravuconadas, que trata de imitar con sus palabras a otros líderes ya desaparecidos como Manuel Marulanda (Tirofijo) o Jorge Briceño (Mono Jojoy). Sin embargo, advirtió que el líder rebelde tiene los días contados y también caerá, como han caído sus antecesores.

El ataque por una columna insurgente en las afueras de San Vicente del Caguán, contra un retén militar, ocurrió el viernes, en el que murieron cinco guerrilleros, tres soldados y una menor de edad, además de tres uniformados heridos. El general Fabricio Cabrera tachó la emboscada de acto demencial y terrorista.

En coincidencia con el primer ataque armado de este año de las FARC en el Caguán, sede de los frustrados diálogos de paz durante el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002), la guerrilla difundió por la agencia Anncol un audiovisual en el que Cano pidió prestar especial atención a los dos proyectos de ley presentados por el gobierno de Juan Manuel Santos para su discusión en el Congreso.

Uno de esos proyectos se refiere a la reparación del daño a las víctimas del conflicto armado, que busca indemnizar a millones de desplazados, y otro a la restitución de tierras encaminado a entregar 2 millones de hectáreas que fueron expropiados a los campesinos por grupos ilegales en los últimos 20 años, entre paramilitares, narcotraficantes, guerrillas e incluso agentes del Estado.

Cano abogó por la participación de los sectores afectados del pueblo y que se debe garantizar el fin del latifundio. Dijo que los partidos tradicionales deben reconocer su responsabilidad en la lucha armada, lo que desataría de inmediato en un proceso de reconciliación basado en la verdad.

No obstante que la guerrilla advirtió que redoblará su ofensiva este año, el vicepresidente Garzón reconoció que el proceso para la liberación de cinco rehenes de las FARC avanza por buen camino con la mediación de la ex senadora Piedad Córdoba, como anunció el grupo rebelde en diciembre.

Córdoba dijo que por ahora no se conocen las coordenadas o lugares donde serán liberados los rehenes que entregará unilateralmente la insurgencia, pero agregó que ya se está trabajando con la logística de Brasil y el apoyo del Comité Internacional de la Cruz Roja.