La Paz, 8 de enero. Frente a rumores de posibles minigasolinazos desmentidos por el presidente Evo Morales, el gremio del transporte urbano de Bolivia agrupado en la Confederación de Choferes decidió unilateralmente elevar en 30 por ciento las tarifas a partir de esta semana, determinación que fue rechazada en varias capitales de departamento del país andino.

Este sábado, Morales negó que se tenga previsto alzas a los precios de los combustibles: “En ningún momento hemos pensado en ‘minigasolinazos’, como falsamente se comenta en la prensa. Lo que estamos haciendo es dialogar con el pueblo sobre medidas imaginativas para acabar con la subvención a la gasolina y diesel”, enfatizó frente a medios de comunicación.

Así, el mandatario desmintió a la asambleísta del Movimiento Al Socialismo (MAS), Emiliana Aiza, quien el jueves pasado anunció que aumentaría 10 por ciento el precio de la gasolina.

Morales criticó también la decisión de los transportistas de Bolivia. No tenemos ningún contacto con los choferes; lamento que actúen unilateralmente con decisiones que afectan a la población, dijo al agregar que el alza a los pasajes es injustificada debido a que se dejó sin efecto el denominado gasolinazo que elevaba hasta en 83 por ciento los precios de los combustibles.

Asimismo, el presidente boliviano anunció que instruirá a sus ministros para que coordinen trabajos con las alcaldías y los choferes para frenar el alza en los pasajes.

En tanto, Franklin Durán, dirigente de los transportistas, señaló que hay diferentes tarifas en cada departamento y la próxima semana entrarán en vigencia. Explicó que el incremento se aplicará sobre la autorización de la Autoridad de Transportes (Att) que calculó una variación en los precios del transporte entre 22 y 24 por ciento, a raíz, precisamente, del decreto gubernamental diciembre por el cual se eliminaba el subsidio a los hidrocarburos.

René Vargas, ejecutivo de la Federación de Choferes de La Paz, expuso que el aumento en la capital y El Alto oscilará entre 50 centavos y un boliviano, alrededor de 15 centavos de dólar, aunque también adelantó que el sector está dispuesto a negociar para no aplicar el alza.

La decisión se toma casi dos semanas después de una huelga del transporte en las principales ciudades de Bolivia en rechazo al decreto del 26 de diciembre, el cual finalmente fue derogado por el propio presidente Morales la noche del 31 de diciembre, debido a un creciente descontento social que dejó 15 heridos en violentas protestas.

Ante la advertencia de los transportistas, la presidenta de la Federación de Juntas Vecinales de El Alto (Fejuve), Fanny Nina, indicó que se han declarado en alerta. Se anticipan reuniones para asumir medidas. Si hay que hacer algo para defender el bolsillo de las familias, lo haremos, declaró.

En tanto, el dirigente de las juntas vecinales del distrito 6 de El Alto, Juan Salas, anunció a la red nacional de televisión ATB, que desde el lunes se movilizarán para protestar en rechazo a dicho incremento.

Pese a la eliminación del gasolinazo, la especulación se ha mantenido no sólo por las declaraciones de la legisladora Aiza. El viernes, el titular de Hidrocarburos y Energía, Fernando Vicenti, reveló que el gobierno busca el mecanismo más adecuado para ir reduciendo la subvención a la gasolina y el diesel, y ajustar el precio de éstos en el mercado interno de tal manera que sus efectos sean menores para la población.