Arriaga, Chis., 7 de enero. Un centenar de migrantes, activistas y religiosos de los albergues Amor en la misericordia y Hermanos en el camino iniciaron una caravana para pedir a los pobladores de la ruta Arriaga, Chiapas-Chahuites, Oaxaca, que sean vigilantes y contribuyan a acabar con los abusos contra los indocumentados, pues en esa zona han ocurrido secuestros masivos de extranjeros y violaciones contra las mujeres.

Los activistas esperaron varias horas para abordar La Bestia, como los migrantes llaman al ferrocarril de carga en que se trasladan, pero el tren nunca llegó, por lo que decidieron hacer la caravana en vehículos, durante una hora, y a pie los cinco kilómetros finales, sobre las vías del tren.

En conferencia de prensa efectuada a un lado de las vías, Irineo Mújica, activista de derechos humanos, informó que la empresa Ferrosur informó que el tren de carga se descompuso y no circulará hasta el lunes, lo que atribuyó a un boicot del gobierno federal, por lo que lo responsabilizó de la seguridad de los participantes en esta caravana.

El sacerdote Heyman Vázquez Pineda, responsable del albergue Amor en la misericordia –con sede en Arriaga, Chiapas–, dijo que con esta movilización se busca poner en la agenda de los tres niveles de gobierno el tema de la migración y principalmente que el gobierno federal reconozca públicamente el secuestro y la violación de los derechos de los migrantes en territorio mexicano.

Añadió que apenas ayer la Comisión Nacional de Derechos Humanos emitió el avance de un informe, donde denuncia 214 secuestros masivos y más de 10 mil migrantes secuestrados, vejados y torturados a su paso por México rumbo a la frontera norte del país.

Alejandro Solalinde Guerra, responsable del albergue Hermanos en el camino, de Ciudad Ixtepec, Oaxaca, dijo que ante los secuestros masivos de migrantes ocurridos en el tramo Arriaga-Chahuites el 16 y el 22 de diciembre pasado, la solidaridad nacional e internacional se ha manifestado para organizarse como sociedad civil.

Propuso que la ciudadanía sea la guardiana del camino del migrante y hacer de Chahuites, que ahora es un corredor de tragedia, un camino de paz. Estamos planteando un proceso que nos lleve de verdad a la paz, una paz con justicia y que no permita más agresiones a los migrantes, dijo.

Solalinde Guerra pidió la solidaridad de las 53 casas de migrantes del país para que, así como la delincuencia se organiza, organizarnos para la defensa de los desprotegidos en su paso por el territorio nacional.

Asimismo, declaró simbólicamente a hombres y mujeres de los municipios comprendidos en el tramo Arriaga-Chahuites, defensores de los migrantes del sur.

Mostró preocupación por la postura del gobierno federal de negar el delito, porque que no es cuidando la imagen como se cambia la historia y se hace justicia, porque en cinco años de trabajo en favor de los migrantes, añadió, ha hecho una serie de denuncias y no hay un solo caso en cual se haya hecho justicia, puso de ejemplo el caso de un elemento de la Agencia Estatal de Investigación, denunciado ante el subprocurador regional de Justicia en la región del Istmo, el cual fue cambiado unos meses a Matías Romero y ahora ya está de nuevo en Ciudad Ixtepec.

Denunció que existen muchos casos documentados y denunciados contra elementos de la Policía Federal, y dijo que la Secretaría de Seguridad Pública no está en sintonía con los derechos humanos y tampoco lo está con la justicia que queremos.

Preguntó en alusión al titular de Seguridad Pública: ¿Qué pasa por la cabeza de Genaro García Luna?; ¿qué está pasando con esa Secretaría?, porque nosotros hacemos el esfuerzo, ponemos las denuncias y se burlan de nosotros y no hacen nada.

El sacerdote Fernando Cruz Montes, coordinador del Centro de Orientación al Migrante de Oaxaca, refirió que la migración se ha acrecentado ante las condiciones del mundo globalizado en que vivimos, donde muchos tienen poco y pocos tienen mucho. Ésta, puntualizó, es la razón de la migración, porque la gente que migra busca el pan.

Elvira Arellano, de la organización Familia Latina Unida sin Fronteras y del Movimiento Migrante Mesoamericano, lamentó que los informes que tienen sean en el sentido de que por cada 10 mujeres indocumentadas que llegan a México, ocho sean violadas en zonas de alto riesgo, principalmente en los tramos Arriaga-Chahuites, además de Medias Aguas, Veracruz, por lo que reiteró que México sigue siendo un peligro para los migrantes.

Elvira Arellano denunció que junto con un integrante de Amnistía Internacional –Irineo Mújica y su hijo Saúl de 12 años de edad– fueron interceptados hace tres días por personal del Instituto Nacional de Migración (INM), que llamaron a dos patrullas de la policía municipal en una clara acción intimidatoria.

Mújica acusó al INM de cazar a los migrantes en esta población poniendo en riesgo sus vidas al perseguirlos en la noche para evitar ser grabados en operativos criminales.