El secretario de Seguridad Pública (SSP) federal, Genaro García Luna, y los encargados de las prisiones federales mienten cuando afirman que en esos centros se respetan los derechos humanos y que lo más importante es el factor humano, pues en casi 20 años de existencia de las cárceles de máxima seguridad nadie ha salido readaptado o reinsertado socialmente. Allí han muerto muchos prisioneros y hay casos en los que éstos son castigados por pedir una torilla a la hora de la comida, afirmó el abogado Félix Francisco Garza García, defensor de Miguel Ángel Félix Gallardo y del general Francisco Gallardo.

El litigante expresó que si sólo se aplicara el Manual de derechos humanos del interno en el sistema penitenciario mexicano, elaborado por el actual presidente de la CNDH, Luis González Plascencia, las cárceles dejarían de ser sitios de muerte.

En las prisiones que maneja la SSP los mandamientos judiciales son violados de manera constante, y hay casos en que los jueces se limitan para defender los derechos de los internos.

Información obtenida de familiares de internos señala que en noviembre pasado algunos reos protestaron por la mala calidad de la comida y fueron sancionados.