El doctor Von Hagens comenzó a trabajar en el proceso de plastinación en 1977, el cual consiste en impedir la descomposición de órganos que han sido removidos o de cuerpos enteros al evitar la proliferación de bacterias y otros microrganismos.

El primer paso es bombear formol al interior del cuerpo a través de las arterias para destruir bacterias. Después se disuelve el agua y la grasa del cuerpo con un baño de disolvente, como la acetona, la cual se evapora fácilmente. El tercer paso es impregnar el espécimen con un polímero, como el silicón, al usar una cámara de vacío, a este paso se le llama impregnación forzada.

Después de ser impregnado con el polímero, se pone al cuerpo en la posición deseada con la ayuda de cables y bloques de espuma. Finalmente comienza el proceso de endurecimiento mediante gases, luz o calor. La plastinación de un cuerpo puede tardar un año.