Al responder a la nota diplomática que presentó el gobierno de Guatemala por el secuestro de migrantes de ese país en Oaxaca, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) señaló que las acusaciones unilaterales no contribuyen a generar el espíritu de cooperación que requiere el enorme reto de enfrentar a la delincuencia organizada.

En un comunicado, la SRE subrayó que es indispensable la colaboración de los gobiernos centroamericanos para que sea eficaz la lucha contra el crimen organizado, que opera en toda la región.

El principio de corresponsabilidad debe orientar las acciones de todos las autoridades de la zona para hacer frente a este problema, insistió el gobierno de México, luego de reiterar su voluntad de seguir combatiendo la delincuencia trasnacional, la cual, aprovechando la situación de vulnerabilidad de los migrantes centroamericanos, los hacen víctimas de sus actividades ilícitas.

Agregó que seguirá apoyando a los países de Centroamérica para que juntos logren fortalecer sus capacidades frente al crimen y puedan brindar a los ciudadanos un ambiente de paz y seguridad.

El gobierno federal no aludió de manera directa a la nota diplomática de protesta que le presentó su homólogo de Guatemala. Sólo se refiere al comunicado en el que la cancillería de ese país se dice consternada ante las constantes violaciones a los derechos humanos de los migrantes que transitan por territorio mexicano.

Mencionó que las autoridades competentes se encuentran en el proceso de investigación de lo sucedido en Oaxaca.

Mientras, la embajadora de Guatemala, Blanca Rita Josefina Claverie de Sciolli, dijo que no ha recibido una respuesta por escrito a la nota diplomática que presentó su gobierno, pero se han registrado conversaciones con funcionarios mexicanos, quienes se han comprometido a dar seguimiento a las peticiones de investigar los secuestros cometidos en Oaxaca y sancionar a los responsables.

En una entrevista radiofónica, celebró la respuesta de las autoridades de México al caso de los migrantes secuestrados, en particular la instalación de una mesa de atención a los centroamericanos.