Venceremos (1959), cuadro de Rina Lazo que estuvo perdido muchos años, actualmente se exhibe en la Casa de la Cultura Luis Cardoza y Aragón de la embajada de México en Guatemala. El lienzo llegó a la capital guatemalteca para su participación en ¡Oh, Revolución! Múltiples visiones, 1944-2010, exposición colectiva organizada en el Palacio Nacional de la Cultura para celebrar el 66 aniversario de la lucha armada contra el dictador Jorge Ubico.

En el recinto también se mostró Gloriosa victoria (1954), cuadro de Diego Rivera que también estuvo extraviado, pintado por el muralista a raíz del derrocamiento ese mismo año del gobierno democrático de Jacobo Arbenz. Además de que Rivera retrató a Lazo en el temple, también le pidió que pintara la esquina derecha superior.

Relata: “Un día trabajaba en el estudio de San Ángel donde se pintó este cuadro y me dijo: ‘Rina, mañana traiga una blusa roja’. Llegué y me indicó: ‘párese allí con una ametralladora’, que era, por cierto, del nieto de Diego, el hijo de Lupe, quien había dejado una de plástico por allí en el salón. Entonces, me puso con una ametralladora en el grupo de la resistencia guatemalteca. Después me dijo: ‘ahora pinte usted este último cachito’ –la parte de arriba del lado derecho donde se plasmó la cárcel donde estaban todos los presos políticos de aquel momento. Hay un cuadro mío dentro del cuadro de Diego.

“Cuando terminé, me indicó: ‘ahora, fírmelo’. Pero yo, toda tímida, no me animé a firmarlo. Entonces, me quitó el pincel y puso dos corazoncitos como un grafiti dentro de la cárcel. Uno decía Rino Lazo y el otro Diego Rivera, porque era muy vacilador y de muy buen humor.”

El origen

Lazo, quien vino a estudiar a México en 1946, para luego convertirse en ayudante de Rivera, vivió en Guatemala en 1954, ya que pintaba el mural Tierra fértil, que está en el museo de la Universidad de San Carlos. Después de la caída del gobierno de Arbenz, se quedó un par de meses más. Luego, regresó a México.

Pasaron dos años y Lazo decidió que también debía pintar un tema guatemalteco vivido por ella. Así fue como ejecutó Venceremos, comprado posteriormente por el político mexiquense Mario Colín, tercer esposo de la musa María Asúnsolo.

Con el asesinato de Colín, Lazo ya no supo donde quedó Venceremos, ni cómo averiguarlo. Pasaron los años hasta que un día Leonel Sánchez, director del Museo de Bellas Artes de Toluca, que había estudiado con la hija de Lazo y el pintor Arturo García Bustos, le dijo: Sabes que hay un cuadro muy grande de tu mamá aquí en el museo.

La propia Lazo se preguntó a cuál se refería, hasta que cayó en cuenta que era Venceremos: Seguramente Mario Colín se los donó, porque hay algunas pinturas también en ese museo que él me había comprado.

Acota: Este cuadro lo pinté con el tema de los paracaidistas, o sea, que vienen de fuera, que caen y están aquí disparándole a los países débiles como Guatemala. La composición también comprende un grupo de la resistencia guatemalteca, porque muchos se asilaron en las embajadas cuando cayó el gobierno. Pinté en él a una mujer, que se llamaba Haydée Godoy, era representante del movimiento de la paz, así como de dos o más asociaciones de mujeres en Guatemala en ese momento, no se quiso asilar y se fue a la selva a esconderse. Y también al escritor Uberto Alvarado, director de la casa de la cultura, a quien mataron porque tampoco quiso pasar a la clandestinidad. Pongo dos retratos y los demás representan al pueblo.