Considerado en 2006 como un fracaso, por la escasa participación –apenas 32 mil 630 sufragios– el voto de los mexicanos residentes en el extranjero tendrá una segunda experiencia en los comicios de 2012 y el Instituto Federal Electoral (IFE) ya comenzó los preparativos para evitar otro revés. Para el efecto ha iniciado contactos con organizaciones de mexicanos que viven principalmente en Estados Unidos, con el propósito de realizar un mejor esquema, más económico y eficaz.

En el IFE, la inversión de más de 200 millones de pesos destinados a la promoción de este sufragio y a procesar las solicitudes de los residentes no es considerada una mala experiencia, sino que se atribuye a las complicaciones inherentes a una reforma legal que dejó poco margen de maniobra al instituto para organizarlo, aseguró el consejero Marco Antonio Baños. Sostuvo que en esta ocasión habrá más oportunidad para mejorar los niveles de participación.

Hay que recordar, subrayó, que la reforma legal fue aprobada por el Congreso hacia mediados de 2005 y el IFE sólo tenía seis meses para diseñar una estrategia de operación en México y Estados Unidos –sobre todo–, asignar partidas especiales para su instrumentación, contactar a organizaciones de mexicanos residentes en el extranjero, y promover en medios de comunicación esta primera experiencia.

Baños explicó que para tal efecto el IFE comenzó desde hace una semanas los contactos con organizaciones con el objeto de coordinar acciones de promoción del voto de los mexicanos en el extranjero.

Aseguró que esta coordinación involucrará también a la secretarías de Relaciones Exteriores y de Gobernación para que participen los consulados en la promoción de acciones institucionales que permitan captar el interés de los connacionales.

Indicó que entre las medidas del organismo para facilitar la participación destaca que el consejo general haya excluido de la cancelación de las credenciales 03 –prevista a partir de enero– a quienes residan en el extranjero. Esto es que ellos podrán realizar los trámites de incorporación al padrón especial de mexicanos en el extranjero previo a la elección.

De acuerdo con la legislación, aquellos mexicanos que vivan fuera del país y quieran votar (sólo se les permite sufragar para la elección de la Presidencia), deberán enviar una solicitud al IFE, misma que deberá llegar antes del 15 de enero de 2012 para que sean registrados.

A pregunta expresa sobre cómo sortear el fracaso de 2006, el consejero dijo que “las condiciones son radicalmente distintas. En aquella elección el IFE tuvo seis meses para conformar la infraestructura, organizar un área especial que lo promoviera, posicionar entre las organizaciones mexicanas este nuevo ejercicio, entre otros aspectos.

Paralelamente había una gran desconfianza de los connacionales para entregar un comprobante de domicilio porque lo asocian directamente con riesgos de deportación. Evidentemente ahora tendremos que hacer labor entre las organizaciones para convencer a la gente de que el IFE guardara plenamente la secresía de sus datos y en modo alguno se prestará a un acto semejante.

Baños mencionó también que se abatirán los gastos del IFE para este ejercicio y quedará lejos de los más de 200 millones de pesos invertidos en 2006. Comentó que el año que viene se ejercerá un presupuesto de unos 96 millones de pesos para tal efecto.