En un lustro, las tomas clandestinas pasaron de 136 a 614
Viernes 24 de diciembre de 2010, p. 14
El robo de hidrocarburos en la red de 65 mil kilómetros de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) se ha convertido en un negocio que representa un mercado ilícito con rentabilidad superior a 3 mil 500 millones de pesos anuales, según estimaciones de la paraestatal.
Bandas sustraen ilegalmente desde petróleo crudo; productos procesados, como gasolinas, y hasta gas licuado de petróleo (LP) mediante el uso de mecanismos sofisticados técnicamente, con válvulas y bombas para la inyección de agua –para evitar que se registre baja de presión– y túneles para esconder los equipos, así como rudimentarias perforaciones para instalar coples y mangueras que se compran en cualquier tlapalería.
Incluso, han ocurrido casos en los que a los supervisores de la empresa se les repele a balazos para evitar el cierre de las tomas. Es un negocio ilícito que genera alto nivel de flujo de efectivo
, dijeron ejecutivos de la petrolera.
De acuerdo con el director corporativo de operaciones de Pemex, Carlos Murrieta Cummings, el volumen de producto robado a la paraestatal ha disminuido en los pasados cinco años, pero el número de tomas clandestinas pasó de 136 –en 2005– a 614 hasta noviembre de este año, es decir, un crecimiento de 351 por ciento.
Según datos estadísticos levantados por Pemex a lo largo del último lustro, uno de los usos más frecuentes para los hidrocarburos robados es en la industria ladrillera de Puebla, por donde cruza el oleoducto Nuevo Teapa-Tula-Salamanca, donde sólo este año se detectaron 128 tomas clandestinas, una quinta parte del total descubierto.
En orden de importancia le siguió, muy lejano, el poliducto Topolobampo-Culiacán, con 74 tomas clandestinas descubiertas en los primeros 11 meses de 2010; dos oleoductos que corren de Nuevo Teapa a Poza Rica-Madero-Cadereyta, con 44; el LPGducto (término técnico que se refiere a un ducto de gas LP) Cactus-Guadalajara, con 43; el poliducto Cadereyta-Reynosa-Brownsville, con 42, y el poliducto Satélite-Monclova-Sabinas, con 27.
De enero a noviembre de 2010, del total de tomas clandestinas detectadas la mayor parte se localizó en ductos que transportan productos refinados, en particular gasolinas y diesel, con 368 casos, y 50 para sustraer gas LP. El resto (196) correspondió a oleoductos.
En cuanto al volumen de producto, constituido por crudo, gasolinas y diesel, en 2006 se sustrajeron ilegalmente casi 4 millones 826 mil barriles, de los cuales, poco más de 3 millones 917 mil barriles fueron de gasolinas y diesel (el volumen equivale a casi 623 millones de litros de estos combustibles). Para 2010, la sustracción cayó a un millón 712 mil barriles, de los cuales, un millón 326 mil 200 fueron de gasolinas y diesel (casi 211 millones de litros).
Delincuentes expertos
En el combate al robo de hidrocarburos, las cuadrillas de Pemex se han encontrado casos que implican verdaderas obras de ingeniería
. A mediados de 2007 en Mazatlán, Sinaloa, fue descubierto un tunel de 20 metros de longitud para acceder hasta el ducto, donde los delincuentes instalaron un sistema de tuberías para sustraer el producto. Ahí mismo pusieron una pequeña estación de bombeo para la inyección de agua, cuyo fin era mantener la presión en el mismo nivel y que no fuera detectado por los equipos de monitoreo.
Otro caso relevante se observó en Veracruz, donde se localizó una toma múltiple para el robo de petróleo crudo. En este caso, según Murrieta Cummings, se trató de una perforación con tres mangueras conectadas, con el objetivo de cargar un carro-tanque en el menor tiempo posible. Estos vehículos incluso están adaptados para que aparezcan como camiones de carga agrícola y no se noten los tambos donde depositan los hidrocarburos.
Hay diferentes tipos de tomas clandestinas: las que los delincuentes dejan instaladas y cubiertas con ramas para que no se noten; las horizontales, en la parte de abajo del tubo, para dificultar su identificación, e incluso realizan varias perforaciones cercanas para que en caso de que encontremos una pensemos que si tenemos una distorsión en la instrumentación (para medir la presión del flujo) es la que ya habíamos encontrado, y siguen robando en las que se encuentran cercanas. Son bandas, organizaciones sofisticadas
, apuntó.
Sobre la incidencia de delitos en determinados ductos, el director general de Pemex Refinación, Miguel Tame Domínguez, dijo que particularmente en el estado de Puebla, entre Huejotzingo y Cholula, hay una industria muy fuerte que produce ladrillo. El crudo, por ejemplo, puede sustituir el uso de combustóleo, aunque con un riesgo muy alto, pues todavía lleva en su composición productos ligeros
.