La Comisión Federal de Competencia (CFC) recomendó a la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel) que ponga en marcha, sin mayor trámite, el modelo de costos para resolver disputas en tarifas de interconexión, con el que busca acabar con diferencias entre operadores y condicionamientos para dar el servicio, pero advirtió que no es recomendable subsidiar a los operadores mientras no haya un mercado de telecomunicaciones competido y maduro.

Las tarifas de interconexión son las que pagan los operadores de telefonía por permitir que otro operador use su red para terminar las llamadas, si esto no ocurre no es posible que haya comunicación entre los usuarios fina- les del servicio.

El modelo de costos busca acabar con diferencias como las que existen entre Telmex y Megacable o entre Axtel y Telefónica, aunque en el primer caso el principal problema es el presunto condicionamiento de Telmex a prestar el servicio de interconexión.

La CFC señaló que la importancia de que la Cofetel esté promoviendo un modelo de costos para resolver tarifas de interconexión radica en que los operadores tengan reglas claras, que a la larga beneficien a los consumidores .

La interconexión es un instrumento que garantiza la interoperabilidad de redes y de los servicios al permitir que usuarios que tienen contratados sus servicios con diferentes proveedores puedan comunicarse entre sí, o bien, que un usuario pueda acceder a servicios de telecomunicaciones prestados por concesionarios diferentes al concesionario que le presta el acceso a la red; si las redes no estuvieran interconectadas cada consumidor debería estar suscrito a los diferentes operadores a fin de poder comunicarse con el resto de los consumidores.

Destacó que si bien los concesionarios y permisionario son libres de fijar sus tarifas de interconexión conforme lo indica el artículo 60 de la Ley Federal de Telecomunicaciones, en los hechos hay serias diferencias entre los operadores, históricamente han presentado desacuerdos, especialmente en materia de tarifas, puesto que con independencia de su posición en el mercado final, generalmente cada red controla el acceso a sus suscriptores, por lo que puede establecer condiciones de interconexión que deterioren la posición competitiva de redes rivales o restrinjan la competencia entre los operadores establecidos, con lo que ocasionan efectos como desplazamiento, colusión o efecto de doble margen, que son altas tarifas de interconexión cuando hay monopolio en las redes.

Ante este panorama, la CFC recomendó poner en marcha un modelo que pretende que el esquema sea viendo hacia adelante o CILP, costo incremental, con el argumento de que para México sería el más recomendable, porque evita sesgos de ineficiencias pasadas y refleja las condiciones tecnológicamente más actualizadas promoviendo niveles eficientes de inversión y entrada.

Aunque recomendó que en el modelo de costos incremental no se incluya un margen por externalidad de red, debido a que ese margen pretende ser, por lo menos en parte, un subsidio a los usuarios marginales para que crezca la red, sin embargo, cuando el mercado no es competido o maduro el efecto del margen es una transferencia de renta a los operadores.

La Cofetel tiene previsto poner el marcha el modelo de costos a más tardar en febrero de 2011 con el propósito de que haya orden en el mercado de las telecomunicaciones.