La puesta en escena aterriza las pastorelas en el mundo cotidiano
Miércoles 22 de diciembre de 2010, p. 6
Cuentos negros de frustración, tragedias y perversiones con intenso humor agridulce, como tejocote de piñata, es lo que ofrece la temporada de Antinavideños 2010, en esta temporada decembrina con una cartelera teatral acaparada por pastorelas.
En Navidad hay personas que no viven las fiestas de la misma manera. Hay muchas historias de soledad, tristeza, hartazgo familiar, y esas cosas salen a la luz con mucho humor negro, en una propuesta que aporta algo diferente en el panorama de las obras que se presentan durante el fin de año en México
, afirma Boris Schoemann, director artístico del Teatro La Capilla, recinto donde se ofrecerá una función diaria hasta el 30 de diciembre.
Un joven fanático de La guerra de las galaxias, que de niño imaginaba que las figuras de San José y el Rey Baltazar eran Luke Skywalker y Darth Vader porque Santa Clos nunca le traía las verdaderas figuras de colección; una solterona que se deprime en Navidad porque ha visto arruinada su vida por culpa de su hermana muda, y un hombre que cae ante la tersa tentación que le ofrecen las figuras de porcelana del nacimiento de la abuela, son los tres protagonistas de las historias de este año, que más que monólogos, son confesiones sórdidas y trágicas, sin parafernalia teatral.
Arte de origen canadiense
Los cuentos antinavideños surgieron en Montreal, donde los mejores dramaturgos escriben historias urbanas en invierno, tradición que la compañía Los Endebles ha importado a México desde hace siete años.
Son historias en las que se ha incorporado el mundo contemporáneo, con personajes comunes y corrientes, ¿quién es el diablo hoy día?, es como aterrizar las pastorelas en el mundo cotidiano
, de acuerdo con Schoemann, director francés, nacionalizado mexicano.
La compañía Los Endebles lanza anualmente una convocatoria entre los dramaturgos, recibe los textos y tras analizarlos da a conocer el veredicto en noviembre. Un mes después, la representación comienza, cambia la formalidad que tendremos en la cena navideña para desahogarnos
.
Este año se recibieron 51 textos, una cifra récord. “Han evolucionado mucho los cuentos, al principio eran ‘odio los romeritos y a mi tía Chencha’, ahora son historias mucho más interesantes, profundas, de desesperación, donde alguien cuenta sin pudores ni vergüenzas, cosas indecibles”.
Estrella de Navidad o la Güera de las galaxias, de Hiram Tinajero; Maldita beba, de Mariana Jiménez, y Baltazar, de Daniel M. Olvera, fueron los textos seleccionados y que se presentan diariamente hasta el 30 de diciembre, en el teatro La Capilla (Madrid 13, colonia Del Carmen, Coyoacán).