Su ley orgánica no prevé controversias
Martes 21 de diciembre de 2010, p. 34
Mexicali, BC, 20 de diciembre. El presidente de la Junta de Gobierno de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Luis Llórenz Báez, demandó usar los principios generales del derecho
para subsanar los vacíos legales que impiden destrabar la designación de rector en esa institución. Mientras, el cargo sigue vacante y con el secretario general y candidato, Felipe Cuamea Velázquez, como encargado del despacho.
La Ley Orgánica de 1957 es una copia de la publicada en el Diario Oficial de la Federación en 1945 para la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pero no prevé mecanismos para resolver la controversia actual, señaló el académico.
El nombramiento de rector debió hacerse a más tardar el 6 de diciembre, pero lo impidieron discrepancias en la Junta de Gobierno, seis de cuyos 11 miembros avalaron a Cuamea Velázquez y cinco a Juan José Sevilla, cuando se requiere mayoría calificada de siete votos para otorgar el puesto.
Entre los miembros de la Junta de Gobierno figura el ex rector y actual secretario de Desarrollo Económico del gobierno de Baja California, Alejandro Mungaray Lagarda, considerado cabeza del grupo que detenta el poder en la universidad y cuyo papel cuestionaron académicos de 11 centros docentes, quienes exigieron al gobernador José Guadalupe Osuna Millán que le ordene no participar.
En respuesta, el mandatario panista dijo que acatará el fallo de la Junta de Gobierno, y este lunes en conferencia de prensa Llórenz Báez requirió la intervención de especialistas universitarios para poner término a la gestión provisional o emitir otra convocatoria electoral.
Según el Observatorio Académico Universitario, la UABC atraviesa por una situación irregular que obedece al desfase de su forma de gobierno, los vacíos legales y la resistencia al cambio. Un grupo trató de cooptar a la universidad a través de su parte más débil, la Junta de Gobierno, aprovechando que hay un proceso de modernización inacabado, un esquema gobierno disfuncional, carencia de contrapesos y una vida colegiada pobre, que pueden crear situaciones como la existente en la Universidad de Guadalajara
, advirtió el organismo.