Catorce años después de la privatización del sistema satelital mexicano, el gobierno federal decidió retomar una presencia activa en las telecomunicaciones por ese medio con la construcción de tres aparatos.

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) adjudicó ayer a la estadunidense Boeing Defense un contrato –asignación directa– para crear un sistema de tres satélites que tendrán un costo de mil 31.8 millones de dólares (unos 12 mil 907 millones de pesos).

El titular de la dependencia, Juan Molinar Horcasitas, afirmó que además de garantizarse sistemas de seguridad nacional, que incluirán la transmisión de imágenes de cámaras instaladas a lo largo de ambas fronteras, se podrá comercializar la capacidad excedente para hacer que el proyecto sea rentable y autofinanciable.

Explicó que además del precio establecido en el contrato se deben considerar alrededor de 400 millones de dólares adicionales (unos 5 mil millones de pesos más) para pago de lanzamiento y los seguros correspondientes. Aseguró que la Cámara de Diputados ya aprobó un programa presupuestal multianual para garantizar las erogaciones.

México, abundó, ya necesitaba remplazar su sistema satelital, y con esta adquisición se superará la plataforma vigente y habrá mayor calidad en los servicios. En 1996 el gobierno del presidente Ernesto Zedillo decidió poner a la venta el sistema nacional, conformado por los satélites Morelos I, Morelos II, Solidaridad I y Solidaridad II, así como el proyecto para la orbitación del Satmex 5.

Ahora, con la seguridad nacional como principal argumento, se decidió retomar la participación en las telecomunicaciones vía satélite mediante un sistema de tres aparatos espaciales que cubrirán todo el territorio, incluida la zona marítima exclusiva.

Los satélites, informó Molinar Horcasitas, se pondrá en órbita en 2012, 2013 y 2014. Con ellos se ofrecerán servicios de comunicaciones prioritariamente a las entidades de seguridad de todo el país y servirán para apuntalar programas sociales, como de educación y medicina a distancia, y la capacidad remanente será comercializada entre empresas del sector privado.

Para las labores de seguridad nacional el sistema contará con capacidad para transmitir voz, datos y videos recogidos por cámaras de vigilancia que están a lo largo de las dos fronteras y las principales ciudades.

Interrogado sobre la asignación del contrato, el titular de la SCT explicó que fue una asignación directa porque no hay en el mercado el número básico de proveedores que estipula la reglamentación actual y sólo se consultó a dos empresas: Boeing y Loral. La primera obtuvo el contrato, porque la segunda se disculpó argumentando falta de capacidad para construir.