El especialista en Medicina del Deporte de la Escuela Superior de Medicina (ESM) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Rogelio Matamoros Montero aseguró que el incremento de la osteoporosis en México se debe principalmente al sedentarismo y a la transición demográfica, que implica el aumento en la expectativa de vida a 75 años en las mujeres y a 72 en los varones.

Explicó que el padecimiento, caracterizado por la pérdida de masa ósea y el deterioro progresivo de su estructura, afecta a por lo menos cinco millones de personas mayores de 50 años. Destacó que es un mal silencioso, que actualmente ocupa el quinto lugar en la escala de enfermedades en el mundo.

Matamoros Montero explicó que la osteoporosis y la osteopenia (periodo preliminar a la osteoporosis) son síndromes complejos que pueden ser causados por varios factores, como la disminución de la concentración de estrógenos en la menopausia o posmenopausia, que desencadenan deficiencia en el depósito del calcio en los huesos; el envejecimiento –después de los 60 años–; la falta de exposición a los rayos solares, y enfermedades incapacitantes que limitan la actividad física.

El exceso en la ingesta de café, refrescos, bebidas alcohólicas, té y alimentos envasados y empaquetados, llega a influir de manera importante en el inadecuado depósito de calcio en el sistema óseo. El organismo elimina y forma nuevo tejido en forma natural, pero el consumo excesivo de esas sustancias provoca que los mecanismos de remodelación y acoplamiento no se desarrollen adecuadamente, afirmó.

El especialista de la ESM indicó que el padecimiento se detecta, la mayoría de veces, hasta que el individuo sufre una fractura como resultado de la disminución de la masa ósea y de su resistencia mecánica. La osteoporosis se presenta básicamente en las mujeres a partir de los 40 años de edad y está condicionada, entre otros factores, por los cambios hormonales que tienen lugar durante la menopausia, señaló.

Matamoros Montero precisó que las consecuencias de la enfermedad alteran la calidad de vida del individuo y en 15 por ciento de los casos detectados provocan la muerte. Un alto porcentaje de personas, sobre todo si han tenido fractura de cadera, no vuelven a caminar.

Aseguró que la osteoporosis se puede prevenir y quienes desarrollan la enfermedad normalmente tienen deficiencias de calcio desde la niñez. “La forma más efectiva de prevenir la osteoporosis es por medio de actividad física y la ingesta de suficiente calcio –aproximadamente mil 200 miligramos al día– para personas menopáusicas, sedentarias y mayores de 40 años”, agregó.

El investigador de la Escuela Superior de Medicina detalló que la asimilación de calcio en los huesos se incrementa con los años y llega a su máximo nivel alrededor de los 30, luego se mantiene una meseta hasta alrededor de los 40 años, y posteriormente empieza a decrecer.

La actividad física que se recomienda realizar debe tener impacto en el sistema óseo para que el hueso fije el calcio por medio de la vitamina D, por tanto los ejercicios deben trabajar contra la fuerza de gravedad, tensión, compresión y cizallamiento, aclaró.

Mencionó que estudios realizados a personas con problemas de osteoporosis comprobaron que la actividad física controlada, programada, prolongada, periódica, no exhaustiva y por pareja –que consistió en el ejercicio en banda sin fin durante media hora cada tercer día durante 14 semanas–, tuvo mejor resultado en la recuperación de tejido óseo de las pacientes, que en el grupo al que únicamente se le administró calcio o el que se trató con calcio y vitaminas C y D.

La densidad ósea de las pacientes se incrementó significativamente y constatamos que la actividad física controlada es suficiente para que el organismo produzca de manera natural antioxidantes. Además de la actividad física con impacto en el sistema óseo, se recomendó tomar sol diariamente durante 15 minutos, con el propósito de fijar el calcio en los huesos, precisó.

Condiciones saludables

Destacó que para mantener el sistema óseo en condiciones saludables es importante llevar una dieta rica en calcio. Algunos alimentos con alto contenido del mineral son la leche y sus derivados; verduras de color verde oscuro, como la espinaca, el brócoli, los nabos y los berros, así como las sardinas frescas.

El investigador politécnico insistió además en la importancia de consumir frutas, debido a que la combinación de calcio y vitamina C es importante para dar la consistencia adecuada al hueso, pues no sólo se trata de tener huesos duros, sino con elasticidad.

Citó que los niveles de calcio de una persona fluctúan de –1 a +1; las que tienen osteopenia registran entre –1.1 a –2.4, y quienes padecen osteoporosis tienen –2.5 o menos. Se conocen mediante la densitometría ósea (T-Score).