Antes de que la Conferencia de las Partes de Cambio Climático en Cancún, las organizaciones ambientalistas demandaban que allí se dieran avances significativos en las metas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), en el segundo periodo del Protocolo de Kyoto y en financiamiento.

Aunque en estos temas no hubo acuerdos definitivos, su posición se flexibilizó. Para Greenpeace los gobiernos optaron por la esperanza en lugar del miedo y han puesto al mundo en un difícil pero navegable camino rumbo a un pacto global que permita frenar el cambio climático.

El Centro Mexicano de Derecho Ambiental felicitó al gobierno mexicano por la labor de negociación que dejó un paquete de acuerdos que conforman la plataforma que se esperaba para poder seguir avanzando hacia un acuerdo mundial jurídicamente vinculante.

Oxfam, en tanto, consideró que se acerca al acuerdo con medidas como el Fondo climático global que, si bien se queda corto en lo relativo a las necesidades de reducción de emisiones, es un comienzo.