La Arquidiócesis Primada de México aseguró que detrás de las manifestaciones espontáneas en apoyo a La Familia michoacana hay presiones de los mismos criminales hacia la sociedad, intimidándola para que pida la salida de las fuerzas federales del orden.

En el editorial del semanario Desde la fe, la Iglesia se refiere a las recientes movilizaciones en Michoacán, especialmente en Apatzingán, en las que decenas de personas pedían la salida de la entidad de las fuerzas armadas y la Policía Federal.

Agregó que “desafortunadamente hay dinero de por medio, que compra voluntades de algunos ciudadanos y que corrompe constantemente a muchas autoridades. Ese es el verdadero poder de los narcotraficantes para manejar la situación de muchas comunidades.

Nadie, con un poco de sentido común, puede creer que la ciudadanía en general esté apoyando a los delincuentes y, por ende, la violencia que ésta provoca.

Afirma que nadie puede pensar que los delincuentes tienen una base social que esté alentando sus actividades ilícitas, aunque, asegura, sin duda existen autoridades y policías corruptos que hacen posible sus movimientos.

No obstante, no hemos llegado a la decadencia moral de una sociedad que esté de acuerdo con los criminales y reclame a las fuerzas del orden, aseveró. Somos una sociedad con ideales nobles y con deseos de un verdadero desarrollo.

El texto, titulado La delincuencia no tiene apoyo social, subraya los llamados de los jerarcas de la Iglesia católica a los delincuentes para que dejen sus actividades ilícitas, que afectan la estabilidad del Estado y el desarrollo del país.

Asimismo, “la Iglesia ha expresado de manera oficial y constante su apoyo a la decisión política de enfrentar –incluso con las fuerzas armadas– al poder de los criminales, pero al mismo tiempo ha señalado que hace falta una estrategia de mayor trascendencia que vaya más allá de la represión: hace falta un mayor esfuerzo del Estado y la sociedad para que todos los jóvenes tengan acceso a la educación media y superior; hace falta una mejor política para favorecer el empleo y el desarrollo”.

El arzobispo de Chihuahua, Constancio Miranda Weckmann, en su mensaje navideño llamó a sus fieles a buscar, por todos los medios, la reconciliación y el perdón como alternativa a la inseguridad y la violencia.