Un día, el águila real llegó a casa de Carmen Parra para saludarla, y la imagen del ave majestuosa quedó tan grabada en la mente de la pintora que no pudo más que trasladarla al lienzo. Cuatro de estos cuadros de gran formato se incluyen en Águila real, símbolo vivo de México, exposición compuesta por 82 piezas históricas, 40 fotografías y pinturas, montada en el Museo Nacional de Historia Castillo de Chapultepec.

Además de mostrar cómo el águila real ha formado parte del devenir de México, la muestra tiene el propósito de contribuir al rescate de esta especie en vías de extinción. Es organizada por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y Gaia Editores, que encabeza el fotógrafo y biólogo Fulvio Eccardi, quien, a su vez, lidera una campaña para recuperar esta ave, símbolo de la identidad nacional y especie en peligro de extinción.

En México sólo se tiene registro de 70 parejas y 117 nidos en Zacatecas, Durango, Aguascalientes, San Luis Potosí, Chihuahua y Baja California.

Desde hace un año, cada semana, un joven cetrero le lleva el águila a Parra, quien investigó sobre la especie y descubrió que nadie en México había pintado el águila como especie; siempre había sido un símbolo, parte de una bandera o una escultura. Por eso me interesé en pintar el vuelo del águila real.

La exposición permanecerá hasta el 30 de abril de 2011 en el Museo Nacional de Historia, después itinerará al Centro Cultural Santo Domingo, en Oaxaca. De acuerdo con Parra, la muestra está hecha para que pueda viajar a cualquier lugar del mundo, porque recuperar una especie es un trabajo de 30 años.

Por acciones concretas

Ya que la artista ha pintado más de 35 cuadros sobre el ave, prepara una exposición para la Casa del Lago. Cabe mencionar que el pasado mes de noviembre El Aire Centro de Arte, que dirigen Parra y su hijo, Emiliano Gironella, y la Universidad del Claustro de Sor Juana crearon un menú inspirado en el águila real mexicana, que durante una semana ofrecieron en el Restaurante Escuela Zéfiro de la institución.

–¿Esperas que de Águila real, símbolo vivo de México salgan acciones concretas?

–La acción es adoptar un águila, porque es complicadísimo rescatarlas. Ponen dos huevos: primero nace uno y cuando nace el otro, el primero se lo come. La idea es que cuando se halle un nido se rescate uno de los huevos, ponerlo en una especie de orfanato para águilas y hacer todo el proceso para que ese aguilucho se alimente, y así recuperar la especie.

El día de la inauguración de la muestra asistieron un grupo de huicholes de la Sierra Madre Occidental, en Zacatecas, y San Luis Potosí, amigos de Parra, ya que en una época retrató a varios de ellos, porque emplean las plumas del águila real para sus ritos religiosos.

Por otro lado, Miguel Ángel Porrúa está en el proceso de editar un libro sobre el himno nacional que se ilustra con los cuadros de Parra. Gaia Editores también ha publicado el libro Águila real, símbolo vivo de México.