El coordinador de los senadores priístas, Manlio Fabio Beltrones, advirtió que su partido está preparado para enfrentar cualquier estrategia electoral que el presidente Felipe Calderón pretenda emplear con el fin de impedir el avance del tricolor rumbo a 2012.

Existe el riesgo, sostuvo, de que de manera abusiva el Ejecutivo federal utilice contra los adversarios políticos los instrumentos que debiera emplear para rescatar la paz y la tranquilidad en el país.

Lo peor que nos podría suceder es que en 2012 repitiéramos la desgracia de la elección de 2006, insistió.

Los integrantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), añadió, entienden perfectamente el valor de los acuerdos, luego de la experiencia de las derrotas electorales, por lo cual insistirán en nuevos planteamientos en torno a los temas torales, como el del avance del crimen organizado.

El presidente del Senado resaltó que con medidas cada vez más represivas, como las que pretende instrumentar el gobierno federal, no se logrará detener el problema de inseguridad y violencia, ya que la solución no es decretar penas más severas o desplegar más policías y soldados en las calles.

El senador Francisco Labastida Ochoa, también del PRI, señaló que no sólo en el caso de Michoacán, sino siempre, Calderón trae puesta la cachucha del PAN, por encima de la de Presidente, ya que su principal finalidad es servirle a su partido.

Consideró que con su activismo blanquiazul el titular del Ejecutivo comete un error, ya que complica la gobernabilidad por la imposibilidad de llegar a acuerdos con otros partidos.

Recalcó que Calderón considera que la única opinión válida es la suya y, en consecuencia, no toma en cuenta los planteamientos de otras fuerzas políticas y de sectores de la sociedad en temas como el del combate al narcotráfico, en el cual mantiene la misma estrategia, a pesar del fracaso de la misma.

Labastida, a quien correspondió elaborar el primer plan nacional de lucha contra la delincuencia, sostuvo que el gobierno federal no tiene una estrategia completa en la materia y la secuencia de los eventos también fue errónea, porque se debió comenzar todo el proceso con la depuración de la policía.

Ese es el primer paso. Qué caso tiene que les den armas, patrullas, sistemas de comunicación, si los elementos policiacos no han pasado por la certificación.

Es dramático, sostuvo, saber que sólo poco más de 40 por ciento de la Policía Federal está depurada y únicamente 10 por ciento de los agentes estatales y municipales han sido certificados.

A este paso, va a tomar 20 años limpiar esas corporaciones, aseveró. Por ello, añadió, es poco viable la reforma de Calderón sobre el mando único policiaco.