El cuerpo del capo fue llevado a la sierra por cómplices, sostienen
Viernes 17 de diciembre de 2010, p. 5
Nazario Moreno González, El Chayo, principal líder el cártel de La Familia, fue abatido la noche del pasado 9 de diciembre desde un helicóptero cuando él y otros integrantes de esa organización criminal trataban de huir del poblado Holanda, donde los había descubierto la Policía Federal (PF).
Según información obtenida de la Procuraduría General de la República (PGR), una llamada anónima alertó a la PF de que en las rancherías Holanda y El Alcalde estarían presentes en una celebración de carácter religioso y luego en una fiesta los líderes de La Familia Nazario Moreno y Enrique Plancarte, El Quique.
Los presuntos narcotraficantes contaban con células de vigilancia en los accesos a las comunidades y al municipio de Apatzingán. Mientras un pequeño grupo de agentes federales ingresaba en camionetas, al menos 24 hombres fueron trasladados al sitio en helicópteros y allí se registró el primer enfrentamiento y la caída de varios policías.
La presencia policiaca, según las fuentes consultadas, impidió a los capos una huida rápida, lo que provocó que en distintos puntos de Michoacán, como una forma de impedir el traslado de más agentes o de personal de otras instituciones federales, cerraran los accesos, quemaran camiones y se enfrentaran a policías. La intención, indicaron, era distraer la atención de lo que sucedía en Apatzingán.
Tras los primeros choques, los grupos de sicarios buscaron alcanzar la zona serrana, y cuando subían a sus camionetas y disparaban contra los policías federales, que habían acudido sin apoyo militar, al menos dos helicópteros de la PF sobrevolaban y desde allí atacaban a los narcos.
Desde una de esas aeronaves, contaron las fuentes, fue abatido Nazario Moreno y su cuerpo fue sacado del lugar por sus cómplices y conducido hacia la sierra de Apatzingán.
Los integrantes de La Familia se fueron reabasteciendo de armas y cartuchos en esos caminos, desconocidos por los agentes federales, mientras los policías tuvieron que esperar el refuerzo de su propia corporación, así como de militares y marinos, pues sus pertrechos se fueron agotando.
A seis días de esa balacera, continúa el operativo del Ejército y la PF en la zona serrana, donde presuntamente se esconden algunos líderes de La Familia. Las fuentes consultadas aseguraron que varios miembros de ese cártel se han entregado a las autoridades, con las cuales están dispuestos a cooperar. Supuestamente estos arrepentidos
son los que confirmaron al gobierno federal que El Chayo fue abatido.