Bruselas, 16 de diciembre. Los representantes de la Unión Europea (UE) acordaron este jueves modificar el Tratado de Lisboa, con el fin de crear un fondo de rescate permanente para los países de la zona euro que enfrenten dificultades financieras, mecanismo con el que se busca atajar la crisis de deuda pública de la región y ahuyentar los temores de los mercados.

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, expresó que la UE está preparada para hacer todo lo necesario, a fin de garantizar la estabilidad de la zona euro. La voluntad política de los dirigentes europeos para resolver la crisis de deuda pública de la zona euro y las turbulencias que está provocando en los mercados está fuera de toda duda, subrayó Van Rompuy, durante una cumbre del bloque que se realiza en Bruselas.

En el mismo sentido se manifestó Jean-Claude Juncker, presidente del eurogrupo (países de la Unión Europea que comparten el euro), quien afirmó que Europa está dispuesta a hacer todo con tal de apuntalar la solidez de la moneda única, que comparten 16 de sus 27 estados miembros.

Los líderes de la UE aprobaron una corrección de dos frases al tratado para permitir la creación del Mecanismo de Estabilidad Europea permanente (ESM). El cambio había sido exigido por Alemania para evitar problemas legislativos con su Corte constitucional, ya que el Tratado de Lisboa no permite el rescate de un país por sus socios.

El ESM remplazará al fondo de estabilización del euro, que era temporal, con vigencia hasta 2013, y que fue aprobado en mayo pasado, luego de presentarse la crisis de deuda de Grecia. Ese fondo, dotado de 440 mil millones de euros, fue utilizado una primera vez en noviembre para financiar una parte del salvavidas tendido a Irlanda para evitar el hundimiento de su sistema bancario.

En concreto, los 16 países de la zona euro –17 a partir de enero de 2011 con la entrada de Estonia– podrán activar el mecanismo si es indispensable para salvaguardar la estabilidad de la unión monetaria en su conjunto, señala el texto que los 27 acordaron introducir en el Tratado de Lisboa.