Con el voto dividido del PRD y el aval del resto de las fuerzas políticas, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó anoche en lo general el nuevo código electoral para esta capital.

Aunque en lo particular hubo reservas en 90 de los cerca de 400 artículos de la nueva norma, dos temas fueron los que llamaron la atención de los asambleístas y causaron polémica en el salón de plenos: la cuestión de género y el endurecimiento de los requisitos para la creación de partidos políticos locales.

En ambos casos las diferencias y la discusión se originaron en el grupo parlamentario del PRD, lo que llevó a ocho de sus diputados a otorgar los únicos votos en contra del dictamen.

La paridad de género en las candidaturas a cargos de elección popular y candados antijuanitas, para evitar que las mujeres que llegan a ser diputadas sean sustituidas por hombres, provocó que las diputadas Maricela Contreras, Beatriz Rojas, Valentina Batres y el diputado Horacio Martínez desplegaran frente a la tribuna cartulinas, para exigir que se incluyeran estas disposiciones.

Antes, legisladores del PRD trataron de disuadir a la diputada Maricela Contreras para que se alineara a la bancada, pero ante su negativa, se le relegó hasta el final de las exposiciones para discutir las reservas, aun cuando se enlistó al principio.

La perredista denunció que fue el PRI el que se opuso a los candados antijuanitas, lo que fue aceptado por el PRD a cambio de que dieran su voto al código. Ello, agregó, es una muestra de la violencia institucional de un órgano responsable de cuidar la democracia. Negociaron a las mujeres por llegar a los acuerdos, apuntó.