Integrantes del Encuentro de Ciencia y Arte de México (ECAM) cuestionaron el silencio y la indiferencia que ha mantenido México ante la pérdida de los científicos Mauricio y Humberto Terrones Maldonado, nanotecnólogos de reconocimiento internacional, quienes fueron despedidos del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) en enero.

El director del ECAM, Juan José Díaz Infante, leyó un manifiesto en el que hizo una crítica al sistema político mexicano y lamentó la pérdida de los dos científicos para el desarrollo de la ciencia nacional: México perdió este año a dos nanotecnólogos de calibre internacional. Miembros del ECAM, los hermanos Terrones habían escogido vivir en México teniendo ofertas de las principales universidades del mundo. Y resulta que no ceder a un ambiente político les impide ser profesionales en su tierra y ayudar al futuro del país. No se les permite transmitir su conocimiento y menos formar a nuevas generaciones.

Agregó que para que México salga de la crisis económica y de seguridad debe apostar a un modelo propio, innovador y creativo. De ahí la importancia de invertir en cultura, arte y ciencia:

Yo me pregunto dónde están los interlocutores en este país, quién representa a quién, dónde están los que defienden la cultura y la ciencia. Sorpresa. No están.

Recordó que los científicos fueron despedidos por el Conacyt tras externar discrepancias con el manejo del Instituto Potosino de Investigación Científica y Tecnológica, e informó que actualmente Humberto Terrones se encuentra trabajando en Estados Unidos, mientras Mauricio labora en Japón.

Sin embargo, aquí nadie se está preocupando de este problema, cuando la pérdida de científicos debería ser una política de Estado.

Explicó que seguramente los hermanos Terrones participarán en los próximos dos encuentros de Ciencia y Arte que se llevarán a cabo en Estados Unidos, en abril, y en mayo en México.

Aseguró que la crisis energética mundial y las necesidades del planeta de desarrollar nuevas energías hacen que la tendencia mundial se base en la nanotecnología para satisfacer las futuras demandas de energía.

Sin embargo, subrayó, ante esta realidad, México pierde dos de sus mayores exponentes en el terreno de la ciencia y el resultado no es otro que un total silencio.