Medicamentos que se han usado por más de tres décadas para el control de enfermedades como epilepsia e hipertensión arterial, combinados también son eficaces para el control de tumores malignos, como el cervicouterino, síndrome mielodisplásico y linfoma cutáneo.

Así lo demostraron estudios realizados en el Instituto Nacional de Cancerología (Incan) en colaboración con el grupo farmacéutico Neolpharma, con los cuales el investigador Alfonso Dueñas González confirmó que la eficacia del producto Transkrip, es equivalente a la de las terapias biológicas. La diferencia es que estas últimas tienen un costo hasta cuatro veces mayor.

Conforme ha avanzado el conocimiento sobre las alteraciones moleculares que favorecen el desarrollo del cáncer, la investigación científica también ha podido elaborar fórmulas para atacar el padecimiento, siempre con la intención de controlarlo o curarlo; sin embargo, los resultados todavía son modestos. Luego de 12 años de trabajo, actualmente se puede ofrecer a los pacientes apenas unos meses más de supervivencia con respecto a las terapias tradicionales de quimioterapia, explicó el especialista.

Las conocidas como terapias biológicas dirigidas contra blancos moleculares, diseñadas por la industria farmacéutica trasnacional, han pretendido revolucionar el tratamiento contra los tumores malignos y de alguna manera lo han hecho, aunque a un precio muy alto. Una terapia oncológica de este tipo puede costar entre 80 mil y 140 mil pesos al mes.

Como una alternativa, desde las instituciones públicas, los investigadores se han dedicado a explorar con apoyo de programas informáticos, el mecanismo de acción de medicinas utilizadas para el control de otros padecimientos como diabetes, hipertensión arterial, depresión e incluso infecciones que se tratan con antibióticos. Encontramos que también actúan sobre las células cancerígenas en algunos casos.

Así, por un reposicionamiento terapéutico, Dueñas y su grupo de trabajo en el Incan y el Instituto de Investigaciones Biomédicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) obtuvieron nuevas indicaciones terapéuticas para drogas ya conocidas.

Se trata de la hidralazina, utilizado como antihipertensivo y el ácido valproico –anticonvulsivo–. Ambas sustancias también actúan a nivel molecular sobre las células cancerígenas como inhibidores de la metilación del ADN y de las enzimas desacetilasas de histonas, respectivamente.

El grupo de investigación que encabeza Dueñas encontró que la combinación de estas sustancias actúa contra las alteraciones epigenéticas, es decir, aquellas que apagan los genes supresores de tumores.

En su primera etapa, la investigación concluyó en 2009 y luego de año y medio, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) otorgó el registro sanitario de Transkrip para su utilización en el tratamiento del cáncer cérvico uterino avanzado, que representa 30 por ciento del total de mujeres con esta neoplasia.

Son pacientes con metástasis, tumores muy avanzados o que fallaron a las terapias de quimio y radiación. El tratamiento estándar en estos casos es la quimioterapia clásica, la cual otorga alrededor de nueve meses de supervivencia. Al agregar Transkrip, se logran cuatro meses más, explicó Dueñas.

Otra forma de evaluar el efecto del medicamento es el lapso que transcurre sin que la enfermedad aumente. Pasó de seis meses con sólo la quimioterapia, a nueve con el uso de la formulación desarrollada en el Incan.

Aumentan supervivencia

El investigador reconoció que es un logro modesto; sin embargo, es equivalente a lo que ofrece la mayoría de los productos biológicos. Subrayó que de estas fórmulas innovadoras se han autorizado registros sanitarios, porque consiguen aumentar uno o dos meses la supervivencia de los pacientes. Un beneficio adicional es que su costo representa una cuarta parte de lo que valen las fórmulas biológicas.

Por ello, confió en que con base en la información que Neolpharma y el Incan ya proporcionaron a la Cofepris, la autorización para la nueva indicación terapéutica de Transkrip sea más ágil y lo más pronto posible esté a disposición de los enfermos del síndrome mielodisplásico (antecedente de leucemia) y linfoma cutáneo de células T.

En ambos casos, también se ha demostrado beneficios en la calidad de vida de los pacientes. En los primeros se reducen los sangrados, anemias ocasionadas por la deficiencia de glóbulos rojos, blancos y plaquetas.

En relación con el linfoma cutáneo de células T, Dueñas explicó que es una enfermedad poco común, al grado de que el estudio con Transkrip cuenta con apenas tres pacientes. Una es una mujer que durante el último año y medio ha sido tratada con el producto y a la fecha se mantiene sin síntomas de la enfermedad. Este tumor se manifiesta con ronchas, descamación que puede afectar al ciento por ciento del cuerpo, así como ulceraciones, entre otros.