Con franco optimismo por la calificación promedio de 422 puntos en la evaluación en la prueba PISA, funcionarios de la Secretaría de Educación Pública (SEP), encabezados por Alonso Lujambio, prefirieron comparar los resultados positivos de México con los de naciones de América Latina (AL), y no con los 34 países miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), donde el país permanece en el último lugar del ranking, muy lejos de los 475 puntos promedio.

Al presentar oficialmente los resultados nacionales en la prueba educativa que cada tres años realiza la OCDE, Lujambio se mostró satisfecho. Dijo que el país va por el camino correcto y es alcanzable la meta del gobierno fijada en 435 puntos para 2012.

En un acto de casi dos horas, y luego de una conferencia de prensa –ésta ya sin el titular de la SEP–, funcionarios de la dependencia insistieron en los avances del país en las áreas de lectura, matemáticas y ciencias. Los resultados muestran que vamos bien, aunque no a la velocidad deseada, dijeron con un asomo de autocrítica.

La comparación de los resultados de México siempre fue una constante –en el acto y en la conferencia de prensa– con los países de AL, donde México siempre encabezó la lista o estuvo entre los primeros sitios; nunca con los países de la OCDE.

Se insistió en el avance importante respecto a la evaluación de 2006; pero no se dijo que en lectura y ciencias México ocupa el último lugar entre los 34 países de la organización y los sitios 45 y 51, respectivamente, entre los 65 economías participantes en la evaluación ayer presentada. Tampoco que el gran avance de 34 puntos en matemáticas apenas alcanzó para que el país dejara el último lugar en esta área del conocimiento.

La prueba PISA, que esta vez se aplicó a 38 mil 250 jóvenes de 15 años en una muestra representativa de todo el país, evalúa lectura, matemáticas y ciencias, y busca definir la adquisición de conocimientos o habilidades relevantes para participar activa y plenamente en la sociedad moderna.

Durante el acto, realizado en el salón Hispanoamericano de la SEP, se proyectó un mensaje videograbado del secretario general de la OCDE, José Angel Gurría, quien puso el organismo a disposición de México para hacer frente a sus retos educativos, mejorar su sistema de enseñanza en aras de un buen desempeño de los estudiantes en el mercado laboral.

Subrayó que los sistemas educativos exitosos han puesto atención en el reclutamiento, capacitación, incentivos y rendición de cuentas de su magisterio. Gurría insistió en que los análisis de la OCDE revelan que los países que han logrado mejores resultados son los que han tomado decisiones que valoran la educación y han adoptado estándares ambiciosos.

En su intervención, el director de la OCDE en México, José Antonio Ardavín, felicitó a México por los avances sistemáticos, por lo que el país –dijo– está encaminado a cumplir su objetivo de 2012. En el promedio combinado de lectura y matemáticas sólo faltan 13 puntos, que fue la cifra precisamente que subió entre 2006 y 2009.

En tanto, diputados de PRI y PRD consideraron inaudito que el nivel de la educación en México no avance desde hace 10 años: El hecho manifiesta la grave crisis en la concepción de las tareas educativas. Los presidentes de las comisiones de Educación y Vigilancia, José Trinidad Padilla y Esthela Damián, respectivamente, consideraron que el diagnóstico de la OCDE confirma una década perdida en el quehacer educativo nacional.

El legislador priísta reprochó la mediocridad de los parámetros educativos en el país, que pasan por los profesores, hasta la infraestructura. Damián (PRD) dijo que en 10 años la política económica neoliberal del PAN no ha impulsado la calidad educativa en México, más aún en el marco de un grave problema de seguridad donde no hay opciones para los jóvenes”.

Con información de Roberto Garduño y Enrique Méndez