París, 6 de diciembre. La hija de la mujer más rica de Francia, Liliane Bettencourt, heredera del emporio de cosméticos L’Oreal, abandonó las querellas interpuestas contra su madre, que trascendieron el ámbito familiar y golpearon a un ex ministro del presidente francés Nicolas Sarkozy.

Liliane y Francoise se han acercado y acordaron poner fin a cualquier polémica, afirmó a Afp Olivier Metzner, abogado de Francoise Bettencourt Meyers, hija única de Liliane Bettencourt, de 88 años, cuya fortuna es valuada en 17 mil millones de euros. Francoise Bettencourt Meyers pondrá fin a todas las querellas que le corresponden, agregó el letrado, experto legal en casos financieros.

El caso Bettencourt comenzó en diciembre de 2007 cuando Francoise Bettencourt Meyers, de 57 años, demandó al fotógrafo mundano Francois Marie Banier, y protegido de su madre, por abuso de debilidad, por haber recibido donaciones por unos mil millones de euros, entre las cuales están una isla en las Seychelles y millonarias obras de arte.

A cambio de determinada cantidad de compromisos asumidos por Francois Marie Banier, acorde con los deseos de Liliane Bettencourt, Francoise abandonará las demandas contra el fotógrafo, dijo Meztner.

El caso Bettencourt trascendió el ámbito familiar y dio un giro político en junio pasado, tras salir a la luz unas grabaciones clandestinas de conversaciones de Liliane Bettencourt con sus allegados en las que se mencionaba al entonces ministro francés de Trabajo, Eric Woerth, y su esposa.

Liliane Bettencourt, donante del partido gobernante Unión para un Movimiento Popular (UMP), es sospechosa de fraude fiscal. Woerth fue ministro de Presupuesto de Francia hasta marzo de 2010 y durante ocho años tesorero del partido que llevó al poder a Sarkozy.

Tras una remodelación de gabinete, en noviembre pasado, Sarkozy prescindió de los servicios de Woerth, que ahora es sólo diputado y alcalde.