Belgrado, 5 de diciembre. Serbia logró la hazaña de conquistar, contra Francia, la Copa Davis de tenis por primera vez, luego de la cómoda victoria de Viktor Troicki sobre el galo Michael Llodra (6-2, 6-2, 6-3), con la que los locales lograron remontar e imponerse 3-2.

Esta triunfo, que muchos vaticinaban, es el resultado de una ascensión fulgurante del deporte blanco en la nación de los Balcanes en apenas una década.

Antes, en el primer partido de este domingo, Novak Djokovic había equilibrado provisionalmente el pulso (2-2) tras derrotar al francés Gael Monfils por 6-2, 6-2, 6-4.

De esta forma, el número tres del mundo en la lista ATP, Djokovic, festejó la mayor victoria de Serbia como país, porque “¡esto es histórico! es nuestro mayor triunfo en lo personal, pero también como equipo.

Es algo increíble. Aún no nos lo creemos, intentó explicar el tenista, después de que su compañero Viktor Troicki sumaba el quinto y definitivo punto.

Troicki, héroe de la tarde al conseguir la puntuación decisiva, tampoco ocultó su euforia.

Es un momento increíble en mi vida. He hecho un buen partido, era complicado mantenerse concentrado al ciento por ciento. Llodra ha firmado una gran temporada en la Copa Davis y se supone algo grande poder vencerlo en este último partido, comentó.

Antes de 2010, Serbia no había ganado un solo encuentro del grupo mundial y estuvo mucho tiempo en las divisiones inferiores, jugando con dos espectadores contra Túnez, como recordó este fin de semana Janko Tipsarevic, quien también se acordó de la derrota contra Luxemburgo en 2002.

Estamos en el otro lado

Ahora estamos en el otro lado y tenemos un equipo en lo más alto que puede rivalizar con Francia y sus nueve victorias, dijo Djokovic.

Por eso, la ensaladera conseguida este domingo fue todavía más festejada por el público y los jugadores, que se raparon como habían prometido si obtenían el triunfo.

Nos conocemos desde hace mucho tiempo y somos amigos dentro y fuera de la cancha. Compartimos muchas cosas, nos comprendemos y nos apoyamos mutuamente. Es lo que nos da nuestra fuerza, recordó Djokovic, campeón del mundo juvenil con Troicki en 2004.

Esta generación excepcional también lo es en el tenis femenino, con figuras como Jelena Jankovic o Ana Ivanovic, y ha permitido mejorar la imagen de un país marcado por las guerras de los años 90.

Los serbios fueron eliminando en la Copa Davis de 2010 a Estados Unidos, Croacia, República Checa y finalmente a Francia.