Reconvertir tierras al cultivo de maíz amarillo, mejorar las condiciones económicas –particularmente de los pequeños agricultores–, incentivar el acceso al financiamiento, cuidar y rescatar las razas criollas y enfrentar los efectos que plantea el cambio climático para la producción del cereal, son algunos de los retos del Sistema Producto Maíz, aseguró Efraín García Bello, presidente de la Confederación Nacional de Productores de Maíz de México y representante de dicho sistema en el país.

Durante una reunión en la que se constituyó legalmente el Sistema Producto Maíz, en la que estuvieron presentes Simón Treviño Alcántara, director de Fomento a la Agricultura de la Sagarpa, y Cruz López Aguilar, presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara de Diputados, García Bello remarcó que una de las mayores amenazas para el cultivo del grano son los fenómenos derivados del cambio climático, como inundaciones y sequías, aunque indicó que otras circunstancias también afectan la producción, como la llegada de apoyos a destiempo y la falta de crédito.

Respecto a los transgénicos, dijo que los integrantes del Sistema Producto Maíz vamos con la ley; ahora están sólo en etapa experimental, si los sembráramos estaríamos fuera de la ley. Agregó que aunque se respetará la postura de cada una de las instituciones que estén en el sistema, en la Confederación Nacional de Productores de Maíz tenemos claro que hay que cuidar los maíces criollos.

Añadió que por eso establecieron el Proyecto Maestro de Maíces Mexicanos, que tiene como propósito cuidar y rescatar las razas criollas y puras, y ya empezamos en Oaxaca, Puebla, Tlaxcala y estado de México.

No obstante, indicó: No podemos cerrar los ojos a los adelantos biotecnológicos, pues hay mucha gente en el norte del país que convive con el maíz transgénico de Estados Unidos... más de 90 por ciento del grano proveniente de Estados Unidos está genéticamente modificado y entra aquí con pecuarios e industriales, pero no en el Sistema Producto.

Subrayó que uno de los objetivos de dicho sistema es establecer un programa con miras a 2020. Es el Plan 20 20, que busca incrementar para ese año la producción de maíz. En 2010 la producción es de 25 millones de toneladas, pero con herramientas tecnológicas, subsidios, crédito más fácil y recursos otorgados en tiempo podríamos producir 30 millones en 2010. Añadió que, incluso, a largo plazo podrían alcanzarse 50 millones.

Sobre la reconversión, apuntó que actualmente se producen aproximadamente 3 millones de toneladas de maíz amarillo para uso pecuario e industrial, pero se requieren unos 10 millones de toneladas al año.

De esos 25 millones de toneladas de maíz blanco, necesitamos 17 millones, lo que significa que tenemos excendente. Pero en el amarillo estamos produciendo 3 millones y requerimos más de 10.