Representantes del G-7, la Comisión Europea y México se reúnen para concertar acciones
Identifican aspectos a mejorar en la atención a emergencias sanitarias naturales o provocadas
Sábado 4 de diciembre de 2010, p. 36
Las amenazas a la salud son una preocupación global que ningún país puede enfrentar solo, aunque sí requieren respuestas efectivas, concluyeron los ministros de Salud del grupo de los siete países más ricos (G-7), la Comisión Europea y México, integrantes de la Iniciativa Global de Seguridad en Salud (GHSI, por sus siglas en inglés).
Al término de la 11 reunión de la GHSI, que durante tres días sostuvieron en la sede de la Secretaría de Salud (Ssa) funcionarios de Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Canadá, Francia, Alemania, Italia, la Comisión Europea y México, señalaron que aunque durante la pandemia de influenza A/H1N1 se demostró que las capacidades desarrolladas y los vínculos establecidos entre dichas naciones fueron de alto valor
, existen aspectos en los que se debe mejorar.
Kathleen Sebelius, secretaria de Salud de Estados Unidos, subrayó la importancia de tener una comunicación abierta con el público, principalmente en situaciones de incertidumbre, cuando la información sólida no puede compilarse.
Durante la reunión, los ministros hicieron énfasis en la necesidad de garantizar transparencia en la comunicación de riesgos. Por eso, indicó el secretario de Salud de México, José Ángel Córdova Villalobos, no existe peligro de filtraciones de información confidencial como la que esta semana se han dado a conocer a través de Wikileaks.
En materia de emergencias sanitarias naturales o provocadas se tiene que hablar de lo que existe e ir confirmando de acuerdo con la evidencia científica, y a partir de ésta, tomar las decisiones que correspondan
, explicó.
Este tema fue identificado durante el encuentro de los ministros como una prioridad a considerar en el manejo de emergencias sanitarias, aunque no señalaron explícitamente los errores que en este aspecto se cometieron durante la epidemia de influenza A/H1N1 en 2009.
La GHSI se creó en 2002 luego de la emergencia desatada por el ataque terrorista a las Torres Gemelas de Nueva York, en septiembre de 2001, y el potencial riesgo de algún ataque bioterrorista. En ese entonces se planteaba como posibilidad la contaminación con virus como el de la viruela o bacterias como el ántrax.
Si bien las acciones de los países mantienen acciones de prevención y atención ante eventualidades de este tipo, se empiezan a agregar nuevos retos, entre ellos los que plantea el cambio climático, explicó Córdova Villalobos.
Cada vez, dijo, los países están más interesados en el tema y en la elaboración del atlas sanitario de las enfermedades que pueden ser causadas por el cambio climático.
En relación con las conclusiones de la reunión de GHSI, los ministros identificaron algunas otras deficiencias en el manejo de la pandemia de influenza, señaladas en el documento oficial como áreas de oportunidad para mejorar: las relativas a los sistemas de vigilancia epidemiológica, la producción de un mayor volumen de vacunas y el acceso homologado para todos los países.
En conferencia de prensa, Córdova Villalobos señaló que otro rubro en el que junto con sus homólogos de la GHSI trabajarán en los siguientes tres años, es la mejoría en los métodos de diagnóstico y tratamiento médico en los hospitales, así como en los sistemas de comunicación entre las naciones.
Aun así, comentó Córdova en la conferencia –donde estuvo acompañado por los ministros y Philippe Lamy, representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en México–, con el trabajo hecho durante los pasados nueve años en que ha funcionado la GHSI fue posible lograr la caracterización del virus, intercambiar información epidemiológica y estrategias de respuesta para mitigar el impacto de la epidemia.