Viernes 3 de diciembre de 2010, p. 37
Tacoma. Un médico del ejército estadunidense fue sentenciado el pasado miércoles a nueve meses de prisión tras declararse culpable de disparar a afganos desarmados y aceptar declarar contra otros soldados acusados de atemorizar a civiles. Cinco de 12 soldados en este proceso están acusados de homicidio premeditado, en el juicio más grave por supuestas atrocidades cometidas por personal militar estadunidense desde que comenzó la guerra en Afganistán a fines de 2001. Varios están acusados de haber recogido dedos y restos humanos como trofeos de guerra. En la primera corte marcial, el sargento Robert Stevens, de 25 años, admitió haber disparado a dos afganos sin razón aparente, y dijo que él y otros soldados estaban cumpliendo órdenes de un líder de escuadrón durante un patrullaje en marzo. Cumplí esas acciones y lo hice
, respondió cuando el oficial a cargo del proceso le preguntó por qué se declaraba culpable de acusaciones que conllevan una pena máxima de casi 20 años en prisión. El caso inició como una investigación por uso de hachís por miembros de la quinta brigada de asalto, pero creció hasta convertirse en una investigación sobre lo que los fiscales han descrito como una unidad de infantería que se comportó enajenada. Un aspecto potencialmente explosivo es la existencia de docenas de fotografías truculentas de cadáveres que cuatro de los acusados habrían sacado, y algunas muestran a soldados estadunidenses posando con los cuerpos de las víctimas. Las imágenes, que no han sido exhibidas públicamente, han generado comparaciones con las fotos de prisioneros iraquíes tomadas por personal militar estadunidense en Abu Ghraib en 2004. Como parte del acuerdo alcanzado con el acusado, los fiscales militares dijeron que le garantizarán inmunidad a Stevens en otros cargos a cambio de su testimonio contra los otros 11 soldados involucrados en el juicio. Stevens cumplirá los nueve meses de detención en una brigada militar. Será rebajado al menor grado en el ejército, pero se le permitirá permanecer en la fuerza.