Berna. Un 52. 9 por ciento de suizos aprobaron ayer en referendo una dura ley migratoria que dice que los extranjeros que cometan determinados delitos serán expulsados por un procedimiento automático y sin considerar su situación personal. El Legislativo tendrá que preparar una lista de delitos que impliquen la deportación automática, lo cual podría tardar años. Representantes de la Iglesia y de la agencia suiza de ayuda a refugiados, criticaron la medida, que afecta a ocho millones de personas, equivalentes a una cuarta parte de la población.