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Intentaban entrevistarlo en acto del PAN; ONG condenan la agresión

Equipo de seguridad de Rafael Moreno Valle agrede a dos reporteras en Puebla
La Jornada de Oriente
Periódico La Jornada
Sábado 27 de noviembre de 2010, p. 30

Puebla, Pue., 26 de noviembre. Selene Ríos Andraca y Patricia Méndez, reporteras de los diarios locales Cambio y E-consulta, respectivamente, fueron agredidas físicamente por los integrantes del equipo de seguridad del gobernador electo, Rafael Moreno Valle, durante la celebración del 65 aniversario de la fundación del PAN en Puebla.

Organizaciones no gubernamentales de defensa de los derechos de mujeres y periodistas, condenaron la agresión, ocurrida la noche del pasado miércoles, y exigieron garantías para el ejercicio periodístico.

Hasta ahora, el equipo de Moreno Valle, quien ganó los comicios el pasado 4 de julio por la alianza del PAN, con el PRD, Convergencia y Partido Nueva Alianza, no ha fijado una postura sobre lo sucedido.

Las periodistas intentaban entrevistar a Moreno Valle, cuando un guarura identificado como Tony jaló de un brazo a Ríos Andraca y le propinó dos codazos que la dejaron sin aire; Méndez también recibió un golpe.

Los comunicadores presentes en el acto, al que asistió el dirigente nacional del blanquiazul, César Nava, escucharon que el jefe de prensa de Moreno Valle, Marcelo García Almaguer, dio instrucciones al guardaespaldas de impedir que Ríos Andraca se acercara al mandatario electo.

La mañana del mismo miércoles, durante un foro de consulta ciudadana, García Almaguer advirtió a Ríos Andraca: No me obligues a echarte el aparato encima, cuando la reportera se salió de la zona que restringía el paso de los reporteros a la Universidad Tecnológica de Izúcar de Matamoros, donde se realizó el acto.

La agresión fue condenada por la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos; criticó que mientras la esposa de Moreno Valle, Martha Alonso, daba un discurso repudiando las agresiones contra mujeres, los guardaespaldas de su marido atacaban a las periodistas.

El Centro de Periodismo y Ética informó sobre la agresión en un comunicado y la Comisión Estatal de Derechos Humanos manifestó que no podía intervenir, porque los agresores no eran autoridades.