Miércoles 24 de noviembre de 2010, p. 22
En un aniversario más del asesinato del sacerdote jesuita Miguel Agustín Pro Juárez, ocurrido el 23 de noviembre de 1927, ayer fieles realizaron una peregrinación desde las afueras de las instalaciones de la Lotería Nacional hacia la iglesia de la Sagrada Familia, en la colonia Roma. También fue llevada a la iglesia Reina de la Paz una reliquia suya de primer grado. Luis Arriaga, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, señaló el viernes pasado que el sacerdote, muerto en el contexto de la Guerra Cristera (1926-1929), fue víctima de una ejecución extrajudicial
y recordó que el centro que dirige cumple 22 años de existencia. En 1988 el papa Juan Pablo II lo nombró mártir de la Iglesia mexicana y beato.