De acuerdo con el estudio del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred), Apuntes para la reflexión sobre la intolerancia en el México actual, poco más de la mitad de la población no aceptaría convivir en su casa con personas no heterosexuales que no fueran miembros de su familia.

El documento explica que la raíz de las conductas homofóbicas gira en torno a “una supuesta defensa de formas de sociedad homogeneizantes y patriarcales, donde el hombre, macho, viril y desde luego heterosexual, ocupa la posición dominante y la mujer cumple su función reproductiva y protectora.

De ahí que las reacciones homofóbicas también tengan lugar en contra de mujeres con papeles masculinos y hombres con actuaciones femeninas, aunque éstos puedan tener una práctica heterosexual, apunta el texto.

En un sentido amplio, la homofobia puede ser entendida como toda aversión manifiesta en contra de las orientaciones, preferencias sexuales e identidades o expresiones de género contrarias al arquetipo de la heterosexualidad.

El acoso escolar o bullying, entendido como la intolerancia hacia ciertas actitudes, características físicas, culturales o de cualquier otra índole, es también dirigido de forma común a personas no heterosexuales.

El estudio apunta que una de cada cuatro personas prefiere ocultar su orientación sexual en la escuela y casi 60 por ciento dijo haber sido objeto de agresiones por parte de sus compañeros debido a su apariencia o preferencia sexual.

Discapacitados, nuevo frente

El documento del Conapred advierte que estas conductas no son fácilmente identificables como tales, sino que muchas veces pasan inadvertidas por el profesorado, que las confunde con actos vandálicos

Respecto de la intolerancia contra diversas formas de discapacidad, un 15 por ciento de mexicanos no estaría dispuesto a permitir que viviera en su casa una persona con esta característica y alrededor de 34 por ciento opinó que en las escuelas donde hay muchos niños con discapacidad la calidad de la enseñanza disminuye.