El presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, aseguró ayer que la decisión de asilar el viernes pasado a la ex directora del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) de Colombia, María del Pilar Hurtado, acusada de espionaje a jueces, políticos opositores y periodistas, fue un acto soberano, aunque admitió desconocer los motivos de la solicitud.

Panamá siempre ha acogido a gran cantidad de personas que piden asilo, recordó en declaraciones a medios locales el mandatario, en alusión a los casos de los ex presidentes Abdalá Bucaram de Ecuador, Jorge Serrano Elías de Guatemala y Raoul Cedras de Haití.

En contraste con las declaraciones de Martinelli, empresario que llegó al poder postulado por un pequeño partido de derecha, el diario La Prensa de Panamá citó fuentes políticas y sociales panameñas que consideraron un favor para el ex presidente colombiano, Álvaro Uribe, la concesión del asilo a Hurtado, quien estuvo a cargo del DAS de agosto de 2007 a octubre de 2008 y fue inhabilitada para ejercer cargos públicos por 18 años luego que la procuraduría general confirmó el espionaje.

Según el periodista colombiano Daniel Coronel, columnista de la revista Semana y uno de los sujetos de espionaje durante el gobierno de Uribe, Hurtado le confesó que el ex mandatario, quien dejó la Casa de Nariño en agosto pasado, le sugirió buscar el asilo que finalmente obtuvo en el país vecino.

El caso de espionaje fue descubierto por Semana en febrero de 2009 y, al enterarse del asilo a Hurtado, el presidente de la Corte Suprema, Jaime Arrubla, comentó que Panamá protegió al victimario y no a la víctima.