Durante por lo menos dos años, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) compró equipos médicos para oftalmología a la empresa Instrumentación Científica del Sur, la cual se valió de registros sanitarios falsos, en otros casos vencidos, así como sellos y firmas notariales apócrifas. El órgano interno de control del instituto ya tiene conocimiento del caso, por lo que otros proveedores esperan que, como lo pregonan las autoridades, se aplique la ley y se sancione a los responsables de tales ilícitos.

La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) también fue enterada de que circula en las licitaciones públicas del gobierno un registro sanitario falso, y aunque sus inspectores realizaron una visita a las instalaciones de la empresa, no encontraron documento alguno relativo a equipos de ultrasonido oftalmológico que sí le ha vendido al Seguro Social.

Fuentes que pidieron reservar su identidad señalaron que el fabricante, la empresa italiana Optikon, reconoce a Instrumentación Científica del Sur como su distribuidor autorizado y representante para la comercialización del equipo. Al menos así lo indica la carta que también se ha entregado como parte de los requisitos en las licitaciones convocadas por el Seguro Social en 2008 y 2009, cuya copia tiene La Jornada.

Los entrevistados mencionaron que el tamaño y complejidad del entramado del sistema de compras del IMSS, por cuyas oficinas circulan miles de hojas de los expedientes que presentan los aspirantes a los contratos, se presta a engaños y, por supuesto, a actos de corrupción.

Basa Suministros Médicos también

Luego de la denuncia transmitida en televisión sobre supuestos actos ilícitos en los que participaba un funcionario del IMSS con ejecutivos de la industria farmacéutica que tenían información privilegiada sobre una licitación (la fecha en que se publicaría y su costo), han surgido otras voces que también hablan de irregularidades en las compras del Seguro Social.

Es el caso de la queja presentada ante el órgano interno de control del IMSS, en la cual se adjuntan las pruebas de diversas anomalías. Las siguientes son algunas de ellas.

Instrumentación Científica del Sur ha vendido al instituto equipos de ultrasonido Modo A/B Hiscan-Optikon. El problema es que para participar en las licitaciones 00641 320-006-08 y 00641320-037-09 (en 2008 y 2009) presentó el registro sanitario 1692E2007SSA, el cual es inexistente, afirmaron las fuentes y así lo ratificó la Cofepris.

De cualquier forma, la empresa obtuvo los contratos del Seguro Social. Sólo el correspondiente a 2008 fue por 53 millones de pesos.

El registro que sí existe, a nombre del mismo corporativo, es el 1652E 2007SSA, que corresponde a un equipo de criocirugía Cryoline-Optikon.

Un análisis simple de ambos documentos: 1692E2007SSA y 1652E 2007SSA –cuyas copias también tiene La Jornada– evidencia que son iguales; sólo varían en un dígito y el nombre del equipo; es decir Instrumentación Científica incurrió en un ilícito al alterar documentación oficial, afirmaron los denunciantes.

De acuerdo con la queja presentada ante el órgano interno de control del IMSS, en cuando menos seis licitaciones convocadas en 2009, Instrumentación Científica del Sur presentó documentos con sellos y firmas notariales falsas.

Parte de los requisitos de las convocatorias son la entrega de copias certificadas de documentos originales. La empresa señalada presentó el registro sanitario de la Secretaría de Salud (Ssa) del equipo de criocirugía, así como certificados de evaluación y calidad emitidos por autoridades italianas con sellos y firmas que supuestamente pertenecen a Raúl Rodríguez Piña, titular de la notaría 249 del Distrito Federal. Sin embargo, los denunciantes han comprobado –falta que las autoridades hagan lo propio, indicaron– la falsedad de dichas certificaciones notariales.

En la misma irregularidad incurrió la empresa Basa Suministros Médicos –cuyos propietarios son los mismos que de Instrumentación Científica– con la licitación pública internacional 00641320-004-10, para la cual también presentaron documentos con sellos y firmas notariales falsos.

Sobre este caso, los denunciantes explicaron que el concurso del IMSS fue para la compra de tres microscopios para oftalmología de alta especialidad. El contrato era por ocho millones de pesos. El problema fue que Basa presentó el registro sanitario 0606E85SSA, del 31 de julio de 1985, a nombre de Óptica Lux, y sobre el cual la Cofepris no recibió solicitud de renovación antes del vencimiento del plazo fijado por la ley para medicamentos e insumos médicos, el 24 de febrero de 2010. Fue hasta el mes de julio que Lux solicitó a la autoridad sanitaria la prórroga para renovar su registro.

Es decir, sostuvieron los denunciantes, Basa Suministros Médicos se presentó a la licitación sin el registro del producto que ofreció y sin proyecto de marbete, requisito indispensable en cada concurso. Aún así, el pasado 16 de abril, el IMSS le asignó el contrato a dicha empresa, lo que para otros proveedores no es más que la mejor evidencia de corrupción en el Seguro Social, porque a cualquier otro proveedor lo descalifican con cualquier pretexto.

Por si algo faltara, las fuentes aseguraron y mostraron a este diario las evidencias de que el IMSS erogó por esos microscopios 25 por ciento más con respecto a compras hechas a otros particulares. Cada unidad vendida por Basa tiene un precio de dos millones 396 mil 832 pesos. En anteriores adquisiciones el costo fue de un millón 800 mil pesos, afirmaron.