Querétaro, Qro., 20 de noviembre. A través del uso de tecnologías sustentables, el Centro Tecnológico y de Operaciones Santander, ubicado en la capital queretana y desde donde se controlan las actividades bancarias de siete países latinoamericanos, ha logrado reducir entre 20 y 30 por ciento el consumo de energía eléctrica al año en comparación con edificios convencionales.

Durante un recorrido por el inmueble (galardonado en 2008 con el premio Ingeniero Jorge Martínez Anaya al mejor edificio inteligente y sustentable por el Instituto Mexicano del Edificio Inteligente) el director de inmuebles y mantenimiento de Santander, Edmundo Pérez Toledo, destacó que el costo total de construcción del centro (50 millones de dólares) fue similar al de las edificaciones convencionales.

Sin embargo resaltó que, tan sólo en lo referente a energía eléctrica, el uso de tecnologías verdes genera ahorros por 4 millones 800 mil pesos anuales.

Agregó que el complejo, construido en 2004, alberga un edificio principal de oficinas, un centro de cómputo, una planta de generación de energía eléctrica, comedor, gimnasio, zonas deportivas, una garita de control de acceso y un estacionamiento al descubierto.

Además, cuenta con una planta de tratamiento de aguas residuales, a través de la cual se reciclan casi 30 mil metros cúbicos de agua al año (80 metros cúbicos diarios) que se utilizan para regar las áreas verdes con una superficie de 22 mil metros cuadrados.

Miguel Ángel Osorio Alejo, gerente general de la empresa Desarrollo Integral en Ingeniería Eléctrica SA (DIINESA, una compañía que da mantenimiento a las instalaciones eléctricas del inmueble), señala que la arquitectura del edificio fue planeada con objeto de aprovechar al máximo la energía solar.

Explicó que las amplias ventanas que tienen los tres niveles del edificio permiten aprovechar el mayor tiempo posible la luz del sol, además de que tres patios atraviesan la planta principal y actúan como focos que distribuyen la luz natural.

Destacó que en todo el complejo, con capacidad para 2 mil 500 personas, sólo cuatro despachos son cerrados y requieren iluminación artificial.

Agregó que el sistema de aire acondicionado está programado según el horario de trabajo de los empleados, de modo que aumenta o disminuyen la potencia y temperatura según la cantidad de empleados.

Adicionalmente, el inmueble cuenta con una azotea verde: un jardín en el techo del edificio que en verano permite la absorción del calor del sol y en invierno reduce la pérdida de calor del interior.

Pérez Toledo apuntó que la empresa da preferencias en lugares de estacionamiento a empleados que lleguen en grupo utilizando un mismo automóvil y ha dispuesto camiones con diferentes rutas para recoger a los trabajadores en busca de disminuir el uso de autos.

También se impusieron reglas para el mejor uso del papel, colectores para el reciclado de pilas y sistemas de recolección y disposición final de desechos.

El edificio cuenta sólo con un elevador que se usa para facilitar la movilidad de personas con discapacidad pero la mayoría del personal utiliza las amplias escaleras que conectan los tres pisos.

El director de inmuebles y mantenimiento de Santander aseguró que por todas estas características el centro se ha convertido en un referente para edificaciones similares a nivel mundial.

El costo por metro cuadrado que se tuvo fue muy similar al de otros edificios, aquí la diferencia es cómo aplicas esa inversión para hacerlo más eficiente. Quizá el construirlo cueste lo mismo pero lo que logras después es reducir totalmente los gastos de operación, puntualizó.

Finalmente el subdirector del Centro de Control de Servicio en Línea de Santander, Juan Antonio Rosario, dijo que el edificio no sólo es sustentable sino funcional.

Desde aquí se vigila la operación tecnológica de bancos en México, Perú, Puerto Rico, Uruguay, Colombia, Argentina y Chile aunque también se da servicio a España, Estados Unidos y Brasil.

Además, el centro ejecuta 40 mil procesos diarios de negocios, operaciones en sucursales, servicios por Internet, banca telefónica, cajeros automáticos y transacciones con entidades de terceros, entre otras.