Lisboa, 19 de noviembre. Replegarse de Afganistán y transferir la seguridad a autoridades locales, desplegar con ayuda de Rusia un escudo antimisiles y luchar con menos recursos contra los nuevos enemigos –el ciberterrorismo y la piratería–, son algunos de los nuevos objetivos planteados hoy por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en la cumbre que se inició en esta capital.

Me complace anunciar que por vez primera hemos acordado desarrollar un sistema de defensa antimisiles que tendrá capacidad para cubrir todo el territorio y la población de los países europeos miembros de la OTAN y de Estados Unidos, afirmó el presidente estadunidense, Barack Obama.

El proyecto está incluido en el nuevo concepto estratégico, el cual define la actuación de la OTAN para la próxima década y determina que la preparación contra un eventual ataque con misiles es, desde ahora, uno de los elementos centrales de defensa. Se trata de conectar los sistemas antimisiles europeos y estadunidenses en el viejo continente y ampliar su cobertura, al estimar clara la amenaza de un ataque de ese tipo.

El secretario general de la alianza atlántica, Anders Fogh Rasmussen, aseguró al comienzo de la cumbre –durará dos días–, a la que asisten medio centenar de jefes de Estado y de gobierno, que el nuevo escudo antimisiles, que podría costar cerca de mil millones de dólares, será clave para la futura arquitectura de seguridad euroatlántica.

Rusia, según fuentes diplomáticas en Lisboa, podría hacer una contribución a ese escudo, pero sólo con apoyo logístico y no poniendo a disposición sus sistemas de defensa antimisiles.

El escudo europeo, el cual podría estar formado por baterías de cohetes Patriot, servirá para defender a Europa de posibles ataques con misiles balísticos de terceros países, no sólo de los hasta ahora enemigos jurados de Estados Unidos, como Irán y Corea del Norte.

Esta cooperación con Rusia, inusitada hasta la fecha, que pone un simbólico punto final a varias décadas de la guerra fría, mejorará el ambiente de seguridad en Europa y en toda la zona Atlántica, subrayó Rasmussen.

La canciller federal alemana, Angela Merkel, declaró que esta cumbre hará historia. El concepto estratégico es inequívoco y abierto, y demuestra que todos estamos trabajando con las mismas bases.

El documento final, aprobado esta tarde por los jefes de Estado y de gobierno, reitera el compromiso del bloque a la defensa mutua, pero hace un llamado a mejorar los sistemas de defensa ante retos nuevos y poderosos, como la guerra cibernética, el terrorismo global y la amenaza de misiles procedentes de nuevos países problemáticos.

Aunque no se mencionaron, entre las naciones que colaborarán posiblemente en el nuevo concepto estratégico podrían estar, de acuerdo con fuentes diplomáticas, Australia, China, India, Japón, Nueva Zelanda y Corea del Sur, además de Naciones Unidas, el Banco Mundial y la Unión Europea, lo que convertiría a la OTAN en un ente más internacional.

En relación con Afganistán, donde están desplegados 131 mil soldados de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad, bajo mando de la OTAN, Rasmussen apostó por el comienzo de una retirada gradual de efectivos a partir de 2011, según la propuesta de Barack Obama.

Se trata de que a finales de 2014 las fuerzas de seguridad afganas puedan asumir la responsabilidad de todo su territorio, comentó el jefe de la Casa Blanca.

Entre otros asuntos tratados en la cumbre, Obama obtuvo el apoyo de los aliados europeos para una ratificación rápida del tratado de desarme nuclear ruso-estadunidense Start, suscrito en abril y bloqueado por la oposición republicana en el Senado.

Unos 7 mil policías y varios helicópteros fueron movilizados para garantizar la seguridad de los 28 dirigentes de la OTAN reunidos a orillas del río Tajo, lo cual provocó que en las calles de la capital portuguesa hubiera escasa presencia de manifestantes.