El funcionario de Hacienda dijo que esas empresas tienen retorno de inversión de 20% anual
Sábado 20 de noviembre de 2010, p. 25
El cambio climático es el reto más importante que afronta la humanidad a nivel global, por lo que es necesario que los países en desarrollo cuenten con los recursos necesarios para hacer frente a este enorme desafió, consideraron representantes de organizaciones ambientalistas.
Previo a la reunión de Cancún que se realizará el próximo diciembre, Elías Freig, representante de la Secretaría de Hacienda en materia de cambio climático, dijo que es inviable la pretensión de algunas de las empresas que desarrollan tecnología limpias que demandan que los gobiernos otorguen subsidios para tales proyectos.
Explicó que esas empresas tienen tasas de retorno de 25 por ciento anual, lo que significa que tan sólo en cuatro años pueden recuperar esa inversión. El argumento de algunas de ellas es que en Brasil se dan apoyos fiscales o subsidios. Sin embargo, en países como México con la falta de recursos no se pueden tomar esas medidas. Es como si un hijo le dice a uno que el hijo del vecino va a la escuela en un Ferrari
y nuestro hijo va a la escuela en bicicleta, pues ni modo.
Reconoció que el presupuesto asignado en el presupuesto de 2011 por unos 300 millones de pesos para combatir el cambio climático es insuficiente. Aunque en términos nominales creció 200 por ciento, ya que en 2009 se canalizaron sólo 100 millones de pesos.
Por ello, agregó, va a llegar el momento en que se va a tener que establecer un impuesto al que contamina para obtener los recursos necesarios.
Propuso un impuesto a las emisiones de dióxido de carbono que podría surgir inicialmente de una carga fiscal de 5 centavos por litro de gasolina. Sin embargo, aclaró que esta medida tendría que ser aplicada a nivel universal, desde Haití hasta Suiza, porque aplicarlo de una manera unilateral, como lo han propuesto algunos legisladores sería como darnos un tiro en el pie
o ahorcarnos
.
Con este nuevo impuesto se podrían obtener unos 300 mil millones de dólares anuales de parte de las economías desarrolladas y otros 450 mil millones que generarían las economías en desarrollo.