20 de noviembre de 2010     Número 38

Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER

Suplemento Informativo de La Jornada

El origen de la ciudad

A la llegada de los españoles a la Gran Tenochtitlan, las poblaciones de Tenochtitlan, Tlatelolco y Nonoalco, con 200 mil habitantes, estaban asentadas sobre islas naturales primitivas que ya formaban una extensa metrópoli, a base de chinampas y rellenos. El acceso a la ciudad se hacía generalmente por agua, pero había varias calzadas, de hasta siete metros de ancho, que la comunicaban con tierra firme. Las principales, fabricadas con piedra y con una extensión que llegaba a los ocho kilómetros, partían del centro ceremonial en dirección a las orillas norte (Calzada Tepeyac), oeste (Calzada Tacuba) y sur (Calzada Iztapalapa) del lago. La primera urbe de la Gran Tenochtitlan fue fundada en un pequeño islote durante el período de Moctezuma I.

Venas húmedas

Una veintena de ríos que descendían del cerco montañoso del sur y del poniente alimentaba los lagos sobre los que se asentaba la Gran Tenochtitlan –que en conjunto sumaban más de dos mil kilómetros cuadrados–. Estos ríos fueron las primeras venas húmedas de la ciudad, y hoy sirven como cauce subyacentes de las principales vialidades del Distrito Federal. Aunque el agua haya sido gradualmente sustituida por el concreto, algunas de las grandes avenidas, como el Canal de La Viga subsistieron como vías fluviales a cielo abierto hasta mediados del siglo XX. Hoy los únicos dos ríos que corren a cielo abierto todavía son el Magdalena y Eslava, juntos cubren una trayectoria de 41 kilómetros e influyen en la vida de más de cien mil personas; vinculan a cinco delegaciones al sur de la ciudad: Cuajimalpa, Magdalena Contreras, Tlalpan, Álvaro Obregón y Coyoacán.

Suelo de conservación

A pesar de ser una de las más grandes del mundo, la mancha urbana de la Ciudad de México ocupa sólo la mitad del territorio del Distrito Federal. El restante corresponde a 87 mil 294.36 hectáreas de suelo de conservación (zonas verdes), asentadas en nueve de las 16 delegaciones políticas, que proporcionan a la ciudad bellos paisajes, pero también bienes y servicios ambientales, imprescindibles para asegurar la sustentabilidad de la metrópoli. Entre estos servicios –que proporcionan parques, ejidos, comunidades, cerros y bosques– están el sostén de la biodiversidad, la recarga del acuífero y el mejoramiento de la calidad del aire, además de la producción de alimentos.

ÁREAS NATURALES:
Sierra de Guadalupe
Sierra de Santa Catarina
Ejidos de Xochimilco
Bosque de Tlalpan
Parque Ecológico de la Ciudad de México
Los Dínamos

PARQUES NACIONALES:
Cumbres del Ajusco
Desierto de los Leones
Cerro de la Estrella
Fuentes Brotantes
El Histórico Coyoacán
Lomas de Padierna
El Tepeyac

ÁREAS DE VALOR AMBIENTAL:
*BOSQUES URBANOS
14. Bosque de Chapultepec
15. Bosque de San Juan de Aragón
16. Ciudad Deportiva Magdalena Mixiuhca
17. Cerro Zacatépetl
18. Bosque de San Luis Tlaxialtemalco

*BARRANCAS
19. Tarango
20. El Zapote
21. Río Becerra Tepecuache
22. Vista Hermosa
23. La Diferencia


 

Los árboles capitalinos

El ahuehuete –nombre náhuatl que significa “viejo del agua”– es un árbol que tiene estrecha relación con ríos, lagos y manantiales, y ha sido protagonista de la historia de México (aparece en el relato de la Noche Triste, cuando Hernán Cortés lloró después de perder una batalla contra los mexicas. Esto, ocurrido en Popotla). En la Ciudad de México el más antiguo de estos árboles se encuentra en el Bosque de Chapultepec, con 800 años de existencia. Otros árboles característicos de la Ciudad de México son el fresno, la jacaranda, el colorín, el pino, el trueno, el eucalipto, el cedro blanco el liquidámbar, el ciprés, el laurel, el álamo paleado o blanco y la palmera o palma Fénix.