En medio de la exigencia de las corrientes opositoras a su gestión para que dimita inmediatamente como presidente nacional del PRD, Jesús Ortega Martínez anunció su disposición a concluir su mandato en marzo próximo.

En conferencia de prensa mencionó que solicitará a la Comisión Política Nacional que analice y, en su caso, proponga al Consejo Nacional la convocatoria para el proceso de renovación de la dirigencia.

Ortega hizo lo anterior al margen de la instalación de una mesa de diálogo acordada por las corrientes desde septiembre pasado para encontrar una salida al diferendo sobre la fecha de elección, y luego de que los grupos opositores a su gestión –Izquierda Democrática Nacional, Unidad de las Izquierdas, Democracia Social, Izquierda Social, Grupo Acción Política, Unión Patriótica, Red de Izquierdas, Movimiento de Liberación Nacional y Movimiento Cívico– insistieron en que el proceso debió llevarse a cabo el pasado 5 de diciembre, como se acordó en reunión de congreso.

Asimismo, Ortega tomó la decisión sin convocar a la reanudación del Consejo Nacional –en receso desde hace dos meses. Evitando dar una fecha tentativa para dicho encuentro, propuso que la convocatoria para la elección de la nueva dirigencia se emita en enero, a fin de cumplir con los tres meses estatutarios que para ello se plantean.

El perredista dio a conocer su posición a los medios de comunicación, sin consultar con dirigentes de otras corrientes. Se comprometió a presentarla a la Comisión Política Nacional en su próxima reunión, prevista para el próximo martes.

Resaltó que aunque oficialmente sus responsabilidades terminan a finales de noviembre de 2011, cuando cumpla los tres años en el cargo, acepta que la renovación se dé en marzo para que la próxima dirigencia se haga cargo de la elección federal de 2012 y de los comicios estatales que se realizarán de julio en adelante. Bajo su responsabilidad estarán aún los comicios de Guerrero y Baja California Sur –en enero y febrero próximos–.

Aclaró que presentó su planteamiento porque la Comisión Política Nacional no pudo encontrar una solución al conflicto. Convocó a lograrlo, cancelando cualquier posibilidad de fisura. En política –sostuvo– hay que privilegiar los acuerdos, quien da prioridad a la confrontación, la fractura y la fisura es pésimo político, no sirve para hacer política partidaria y nacional.

Insistió en que el país requiere que los perredistas y la izquierda en general empeñen cualquier esfuerzo y tarea para el triunfo en 2012. Ningún interés personal debiera anteponerse a este propósito general, planteó.

Sin embargo, las corrientes que se oponen a que continúe en la dirigencia nacional del partido desecharon la posibilidad de cancelar dos actividades que programaron para el 4 y 5 de diciembre próximo, donde se plantee la renuncia inmediata de Jesús Ortega, como manifestó Mario Saucedo, de los Cívicos.

En conferencia previa a la realizada por Ortega, señaló que si el cambio de dirección se va hasta marzo, el PRD prácticamente quedaría sin posibilidades de evitar este grave error político, que está significando la entrega del partido a la derecha, a Acción Nacional (a través de las alianzas electorales)”.

Dirigentes del grupo de estas corrientes establecieron que a partir del lunes empezarán un recorrido por el país para convocar a un foro nacional de recuperación del proyecto del PRD –para el 4 de diciembre–, donde discutirán un plan de acción que darán a conocer el 5 del mismo mes, mediante una movilización en el Monumento de la Revolución.