En 2011 podría haber escasez mundial si no sube la producción
Jueves 18 de noviembre de 2010, p. 25
Roma, 17 de noviembre. La espiral de precios de los alimentos está creciendo desde hace seis meses de forma alarmante, y en 2011 la situación podría ser peor, advirtió hoy en un informe la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Por primera vez desde 2008, año de crisis con precios récord, el costo total mundial de las importaciones de alimentos podría superar en 2010 el billón de dólares, advirtió el organismo.
El aumento de la factura mundial por la importación de alimentos, con fuerte aumento de numerosos productos básicos, suscita preocupación en la FAO, que teme la repetición de tiempos difíciles
.
El peligro es que en 2011 haya escasez de alimentos si no se incrementa de forma clara la producción de maíz, soja y trigo, sostuvieron expertos de la FAO durante la presentación del informe Perspectivas alimentarias.
En el estudio, el organismo prevé que las facturas de importación de alimentos en los países más pobres del mundo subirán 11 por ciento en 2010, y hasta 20 por ciento en los países de bajos ingresos y déficit de alimentos (denominados países PBIDA).
Pasar la barrera del billón de dólares significa que la factura mundial por importación de alimentos llegará a un nivel que no se veía desde que estos precios alcanzaron récord en 2008
, explicó la FAO
Ante la presión que no cede sobre los precios mundiales de la mayoría de los productos básicos, la comunidad internacional debe permanecer alerta ante nuevos vaivenes de la demanda en 2011
, advierte la FAO en su informe semestral sobre el tema.
En 2008 los precios de los alimentos alcanzaron precios tan altos que en muchos países surgieron las llamadas revueltas del pan
, entre ellos Haití y Filipinas.
Por el momento no estamos en crisis, pero se registra en el mercado una fuerte incertidumbre
, aclaró Abdolreza Abbassian, experto en cereales de la FAO. No hay duda de que la especulación con productos agrícolas dio lugar a la inestabilidad y volatilidad de los mercados
, agregó.
La situación se agrava no sólo por la pérdida de cosechas a causa de malas condiciones climáticas, sino también por limitaciones impuestas por algunos países exportadores y las oscilaciones cambiarias de los últimos seis meses.
La FAO advierte que serán los consumidores
los que pagarán las consecuencias del incremento de los precios sobre la mayor parte de los productos básicos agrícolas en los últimos seis meses.
El aumento de precios se debe a una combinación de factores, en especial a déficit inesperados en el suministro debido a eventos meteorológicos desfavorables, como las inundaciones en Pakistán y los incendios en Rusia, a decisiones políticas de algunos países exportadores o a fluctuaciones en los mercados de divisas, explica la FAO.
El organismo de la ONU teme también que se reduzcan 7 por ciento las reservas de granos, con un descenso del centeno de 35 por ciento, maíz 12, y trigo 10 por ciento, debido a que en lugar de aumentar 1.2 por ciento, como se preveía en junio, la producción de cereales caerá 2 por ciento.
Por ello, insta a aumentar de forma significativa la producción para evitar graves crisis. Dadas las expectativas de la caída de existencias a nivel global, el volumen de las cosechas del próximo año será vital para marcar la pauta de estabilidad en los mercados internacionales
, indicó la FAO.
Los precios internacionales podrían elevarse más si la producción no se incrementa el año próximo de forma importante, en especial la de maíz, soya y trigo, según el informe. Incluso el precio del arroz, cuyo suministro para la FAO es más abundante que el de otros cereales, puede verse afectado.
Si bien la cantidad de personas que pasan hambre en el mundo bajó este año de más de mil millones a 925 millones, son los países más pobres los que más sufrirán la escasez de alimentos.
El azúcar es otro de los productos que contribuyeron al aumento del precio de la cesta alimentaria mundial en los últimos meses. Según la FAO, los precios del azúcar, que superaron recientemente sus niveles más altos en 30 años, permanecieron elevados y muy volátiles.