A propuesta del Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Senado repudió la agresión del gobierno de Marruecos al campamento Gdeim Izik, de El Aaiún, en la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), y demandó a la Secretaría de Relaciones Exteriores que México pugne en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) por una solución pacífica al conflicto en el Sahara Occidental.

En el dictamen, leído por el perredista Salomón Jara, se advierte que el pasado 8 de noviembre fuerzas militares y policiacas de Marruecos atacaron a la población civil en ese campamento de El Aaiún, lo que dejó 17 muertos, más de 150 heridos y 500 desaparecidos, aunque organizaciones defensoras de derechos humanos, como Amnistía Internacional, temen que las cifras se eleven, ya que las fuerzas represivas marroquíes siguen actuando con extrema violencia.

El embajador en México de la República Árabe Saharaui, Ahmed Mulay, estuvo presente durante la aprobación de ese punto de acuerdo, y al final, en conferencia de prensa, dijo que es urgente la intervención de la comunidad internacional para que Marruecos entre en razón y acate las resoluciones de la ONU y la sentencia de la Corte Internacional de La Haya sobre la autoderminación e independencia del pueblo saharaui.

Mulay expresó también preocupación, ya que –dijo– Marruecos ha impedido el acceso a periodistas y organizaciones de derechos humanos a territorio del Sahara Occidental y la poca información que llega revela que la situación sigue siendo muy delicada, ya que la población está sitiada por fuerzas armadas marroquíes.

El diplomático resaltó que el periodista mexicano Antonio Velázquez está escondido en la zona y se intenta sacarlo.

El coordinador del PRD, Carlos Navarrete, dijo que Marruecos ha adoptado una postura intervencionista en el Sahara Occidental desde la década de los 70 del siglo pasado y demandó al gobierno federal que informe al Senado sobre las gestiones que se hacen para liberar a Velázquez.

En el punto de acuerdo, el Senado llama al presidente Felipe Calderón a que, por conducto de la cancillería, con fundamento en la reciprocidad de relaciones con la RASD, fije una postura respecto de la intervención violenta de Marruecos en El Aaiún.

El también perredista Graco Ramírez señaló que, de manera arrogante y expansionista, Marruecos quiere apoderarse del rico territorio de los saharauis. A su vez, el priísta Francisco Arroyo comentó que dado que las negociaciones se reanudarán en enero, alzarán la voz para que el diálogo fructifique. El panista Andrés Galván advirtió que nada justifica la violación de derechos humanos.