El maestro internacional mexicano Luis Ibarra se mantuvo invicto en una cadena de cuatro victorias consecutivas y medio punto le sería suficiente hoy para avanzar a la siguiente fase del Campeonato Iberoamericano de Ajedrez, una de las actividades en la primera Gran Fiesta Internacional del juego-ciencia que se realiza en la Universidad Nacional Autónoma de México.

Sin plan previo tras la partida en la que derrotó al Gran Maestro Internacional (GMI) cubano Omar Almeida, el joven yucateco de 21 años tuvo un encuentro en Las Islas con el rector José Narro Robles, quien venía de colocar la Cápsula del Tiempo de la UNAM, y quien entre bromas y precisiones de su participación en el torneo lo retó: Cuando esto termine y si usted sale muy bien, nos echamos uno (juego).

Mientras el público se arremolinó en torno a la mesa del mexicano, hasta el analista de partidas, Miguel Illescas, se había retirado hacia el ocaso de ese último juego, que sin dudar, el Gran Maestro (GM) español daba por ganado para el yucateco.

En efecto, Ibarra, con blancas, resolvió en su favor en poco más de cuatro horas y media, luego de 86 movimientos, resultado de una defensa moderna y, según explicaría, un juego que basó en un modelo del ruso Alexander Morozevich.

Fue una partida de clase, observarían los analistas, y sobre todo que la victoria se produjo frente al GMI Almeida.

Fue un poco complicado pero tuve que ir por el punto, indicó Ibarra, quien explicó que no pudo concretar en menor tiempo, aunque sabía que había logrado una ventaja importante ante el cubano, a quien le costó trabajo aceptar la derrota: se puede defender, aunque era difícil con el poco tiempo que quedaba.

He jugué suelto, tranquilo, en mi estilo, tratando de atacar y complicar. Pero mañana (hoy) es la partida decisiva, asentó Ibarra, quien de ganar su última partida preliminar frente al GMI argentino Rubén Felgaer, o incluso acordar tablas, avanzaría como líder del grupo D a la etapa semifinal.