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Pronóstico regional

Mejora el panorama para AL
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A unos 500 kilómetros al sur de La Paz, sobre la cordillera de los Andes, se encuentra el salar de Uyuni, uno de los más grandes reservorios mundiales de litio. A finales de octubre el presidente Evo Morales dijo que Bolivia no necesita socios extranjeros para producir carbonato de litio, pero sí para fabricar baterías de ese metalFoto Reuters
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Periódico La Jornada
Martes 16 de noviembre de 2010, p. 31

Impulsada por una recuperación más fuerte de lo esperado en la demanda doméstica, la actividad económica en América Latina ha sorprendido en 2010, y para la región en su conjunto pronosticamos ahora un robusto repunte de 5.2% en el PIB real en este año (hace un trimestre lo ubicamos en 4.1). No causan sorpresa el fuerte crecimiento en la actividad exportadora, la recuperación cíclica de la inversión fija y el auge de la demanda doméstica a partir de la reconstrucción de inventarios (que decayeron agudamente en 2009) que se han dado este año. Sin embargo, el consumo privado ha crecido mucho más aprisa de lo esperado, lo cual refleja una rápida recuperación del empleo y de los salarios en algunas partes de la región; un sólido sector bancario, que ha hecho fluir el crédito al sector privado, y esfuerzos concertados por mantener los estímulos monetarios y fiscales (en particular las transferencias del sector público) hasta bien entrado 2010.

Este panorama ha sido más notable en países exportadores de productos básicos en Sudamérica. Una combinación de factores estructurales y cíclicos produjo una mejora en los balances fiscal y externo en esos países en los años anteriores al descenso de 2008-9 y los dejó en buena posición para enfrentar embates monetarios y fiscales. Gracias a eso contuvieron la crisis de 2009 y pudieron tener ese rápido repunte a partir del año pasado. Si bien ha habido revisiones al alza en nuestras previsiones de crecimiento casi para todas las regiones en el trimestre pasado, muchos de los exportadores sudamericanos de productos básicos destacan, y ahora Argentina, Perú y Brasil tienen un crecimiento previsto de 8.3, 7.7 y 7.5%, respectivamente, en 2010.

También ha habido en meses recientes un fortalecimiento de la actividad en los países más dependientes del mercado estadunidense. Conforme las políticas de estímulo se han extendido por EU, México, que representa la cuarta parte del PIB de América Latina y sufrió la recesión más profunda del hemisferio en 2009, ha salido de ella. Si bien el crecimiento mexicano será poco vigoroso (la demanda doméstica sigue siendo débil, debido al alto desempleo y el estancamiento del crédito), la recuperación manufacturera producirá un repunte cíclico en el crecimiento hasta alcanzar 4.7% en 2010.

El panorama para 2011 es menos bueno, y está sujeto a fuertes riesgos, pues el crecimiento regional del PIB se reducirá a 3.6%. Sólo en casos excepcionales será mayor el crecimiento en 2011 que en 2010. En Chile, por ejemplo, esperamos que se acelere en 2011, al cobrar impulso la actividad de reconstrucción tras el devastador terremoto de este año, y en Venezuela la contracción será menos pronunciada en 2011 que en 2010, gracias en particular a un aumento en el suministro de electricidad.

En el resto de América Latina, los países más afectados serán los que dependen de EU para sus exportaciones, inversión extranjera, remesas y turismo, es decir, México y las naciones de Centroamérica y el Caribe. Conforme se debilite la economía de EU por el desvanecimiento del estímulo político, esperamos una desaceleración en esas regiones. El crecimiento en México se contraerá de 4.7 a 3%, y en Centroamérica de 3.2 a 2.9. El Caribe será particularmente golpeado por la retracción en la demanda estaunidense en 2011, pues ya sufre un débil 2010 por la baja demanda turística (reflejo de la persistente debilidad en el empleo y el consumo en EU). Prevemos una desaceleración en la mayor parte de Sudamérica, por el debilitamiento del ambiente externo (en particular la moderación de la demanda china) y factores domésticos.

Luego del descenso en 2011, esperamos que el crecimiento regional sea apenas superior a 4% en lo que resta del periodo de pronóstico. Está por debajo del promedio de 5.2% de los años de auge de 2004-07, pero representa un desempeño positivo en relación con la tendencia histórica del crecimiento regional. Sin embargo, hay espacio para mejorar. En toda la región, las bajas tasas de ahorro e inversión siguen limitando la acumulación de capital y la capacidad de crecimiento. En la mayor parte de países los mercados de capital y de crédito son poco profundos, los mercados de trabajo son inflexibles, los costos no salariales son altos y la mano de obra calificada escasa, además de que hay gran necesidad de mejoras en la infraestructura.

En la mayor parte de la región hace falta reformar los costosos y complejos sistemas impositivos, y en muchos países (en particular México y en Centroamérica) se requieren reformas para elevar el nivel de ingresos fiscales, que es de poco más de 10% como proporción del PIB. Incluso allí donde se ha incrementado la recaudación, sigue dependiendo en gran medida de impuestos al consumo. También persisten deficiencias en la calidad del gasto público.

Estos obstáculos al desarrollo a mediano plazo significarán que el crecimiento del PIB y del PIB per cápita sólo permitirán un limitado acercamiento al ingreso per cápita de los países desarrollados, en particular si se compara con los mercados emergentes de Asia.

Fuente: EIU

Traducción de texto: Jorge Anaya